El uso de la bicicleta por las calles de Zaragoza comienza a fraguar a paso lento, pero seguro. Según un estudio promovido por el Ayuntamiento de Zaragoza, el 28% de los ciudadanos utiliza este vehículo como medio de transporte. Eso sí, dentro de este porcentaje, el 84% de las personas la utilizan como elemento de ocio y deporte. Y solo el 11% la han convertido en su principal medio de locomoción. Mientras, el 5% restante apela a sus ventajas para desplazarse a su lugar de trabajo.

Algunos de los principales beneficios a los que hacen referencia sus usuarios son la práctica de ejercicio y el mantenimiento en forma; el ahorro económico que supone evitar el gasto en combustible; además de eludir problemas de tráfico y de aparcamiento. Asimismo, muestra que el 51% de la población posee una bicicleta en su hogar e incluso que casi el 9% de las familias disponen de más de tres.

El estudio se efectuó durante el mes de mayo a través de entrevistas telefónicas a residentes mayores de 16 años en la capital aragonesa. Dicho análisis se produjo antes de la inauguración del servicio público de alquiler de bicicletas Bizi, que ha obtenido resultados optimistas en su primer mes y que revelan el auge de este vehículo en la capital aragonesa.

Sin embargo, el 72% de los ciudadanos no utilizan nunca este medio de transporte. Las principales razones que explican este dato corresponden, en este orden, a la falta de costumbre; a problemas de salud o de edad; así como al miedo a caídas y atropellos y a la comodidad que generan otros transportes.

Además, tres de cada cuatro jóvenes consultados opinan que las instituciones públicas deben fomentar su uso a través de la creación de carriles-bici. De este modo, el 86% estima que las vías diseñadas exclusivamente para el tráfico de bicicletas contribuirían a que usar este medio de transporte resultara más seguro para los ciclistas, un dato apoyado por el 74,2% de los encuestados que consideran que los carriles-bici son necesarios en la actualidad.

El informe recoge también otras alternativas planteadas para impulsar su empleo. Las más valoradas son la creación de carriles-bici, concienciar a la población sobre sus ventajas, además de restringir el uso de vehículos de motor particulares y mejorar la seguridad para el tráfico de bicicletas.