HERALDO ABIERTO

"No pagué el billete de autobús porque no recibí el servicio que se debía"

El ciudadano que no pagó su billete de autobús urbano por el incumplimiento de las frecuencias ha sido sancionado con 6 euros. Insiste en que no pagará la multa porque TUZSA no cumplió su servicio

"No pagué mi billete de autobús (0,50 euros) porque TUZSA no me daba el servicio que debía, pero yo he sido el único penalizado por aquello". Carlos de Marco Martínez, el zaragozano que no abonó un viaje de la línea 29 en protesta "por el mal servicio prestado y los 45 minutos de espera en la parada", ya ha recibido del Ayuntamiento de Zaragoza el expediente sancionador. Según el escrito, se le impone una multa de 6 euros, "sin perjuicio de lo que resulte de la instrucción del presente procedimiento". El Ayuntamiento y TUZSA consideran que De Marco hizo "uso de transporte público urbano, sin título válido, del autobús 1.024 de la línea 29, el día 24/01/2008 a las 10.50".


El afectado defiende que realizó un acto de desobediencia civil en protesta por el mal funcionamiento de un servicio público. La línea 29 tiene una frecuencia de 9-10 minutos y aquel día tardó 45, demora "que no es excepcional", según el usuario. Dice que no hubo "engaño ni mentira", sino que advirtió al conductor de su negativa a abonar el coste del billete y le explicó por qué lo hacía. De Marco defiende su postura como un acto cívico para reivindicar "un transporte público de calidad". "Denunciar ya sabemos que no es solución, toda vez que desde la asociación de vecinos son muchas las denuncias que hemos hecho sobre la línea 29 y nada ha cambiado", insiste en sus alegaciones. El planteamiento del afectado es que si TUZSA no presta su servicio correctamente no tiene por qué abonar. El problema que se plantea a las administraciones es qué ocurriría si otros muchos ciudadanos hicieran lo mismo.


Los hechos que motivaron este expediente sancionador ocurrieron el pasado 24 de enero y comenzaron en la parada de Salvador Allende, frente a la calle Juslibol. Carlos de Marco llegó a las nueve en punto y tres cuartos de hora después todos los que allí aguardaban vieron como un autobús pasaba de largo. De Marco se puso delante para que se parara, pero tuvo que retirarse de la calzada. "A los dos minutos, llegó otro 29 que sí paró y a cuyo conductor comuniqué que no iba a pagar", relató en su día el ciudadano. El conductor, siguiendo las indicaciones de TUZSA, terminó su trayecto en las Murallas Romanas, mucho antes de finalizar el recorrido de esta línea, que une San Gregorio con el Hospital Clínico Universitario. Allí, el vehículo quedó vacío y llegó un inspector de TUZSA y la Policía Local. Muchos viajeros, que sí habían pagado su billete, no pudieron finalizar su recorrido.


La "rebelión" de Carlos de Marco motivó, además de su propia denuncia ante TUZSA, otras quejas verbales de usuarios que generaron "un profundo análisis por parte de la Compañía", según consta en un informe de la propia TUZSA, que motivaron la adopción de "una serie de medidas correctivas y se revisaron los protocolos de actuación". Respecto a la línea 29, el informe dice que se reforzó y que se le presta una especial atención desde el Centro de Control. "Si bien las afecciones de las obras en Violante de Hungría y, principalmente, en Salvador Allende con rotonda de la MAZ dificultan el mantenimiento de la regularidad y las frecuencias", añade el texto.


"Desde el Picarral pensamos que no solo son las obras lo que genera tantos retrasos y pedimos que esto funcione bien de una vez", indica el presidente de la Asociación vecinal del barrio, Juan José Jordá. "Hay vecinos muy molestos -añade-. Si TUZSA exige que pagues el billete, también el ciudadano debe exigir que cumpla el servicio".


Al poco de recibir el expediente sancionador, De Marco volvió a sufrir grandes retrasos. Así, el pasado 21 de abril denunció por escrito ante la DGA una demora de 30 minutos de la línea 29 en la parada del Hospital Royo Villanova. Solicitó la hoja de reclamaciones en el propio bus pero eso no bastaba para formalizar la denuncia. Tuvo que desplazarse hasta unas oficinas en Gran Vía. "Perdí toda la tarde, como el 24 de enero perdí toda la mañana en cumplir el deber cívico de denunciar el mal funcionamiento de un servicio público".