La zaragozana herida grave en Mallorca ha sido evacuada por fin a la capital aragonesa

Las gestiones de los departamentos de Presidencia y Sanidad del Gobierno de Aragón con sus homólogos de Baleares con la aseguradora han permitido sortear la maraña burocrática.

Emilia López, junto al avión medicalizado que la ha trasladado desde Mallorca a Zaragoza .
Emilia López, junto al avión medicalizado que la ha trasladado desde Mallorca a Zaragoza .
Heraldo

Emilia López ya está en Zaragoza. Hace apenas unos minutos ha llegado al aeropuerto de la capital aragonesa a bordo de un avión medicalizado que la ha traslado desde Palma de Mallorca. La mujer, de 67 años, estaba ingresada en el hospital mallorquín Son Espases desde el pasado 11 de marzo por las graves lesiones sufridas en el accidente del autobús del Imserso en el que viajaba junto a otras 52 personas. 

La vuelta a casa no ha sido sencilla, pues la burocracia, la implicación de distintas administraciones y, en especial, la poca predisposición inicial de la compañía aseguradora del autobús siniestrado, Reale, han complicado el regreso. No obstante, las gestiones llevadas a cabo en los dos últimos días por los departamentos de Presidencia y de Sanidad del Gobierno de Aragón con sus homólogos de Baleares, así como con el 061, han permitido desbloquear la situación y la herida esta ya en la capital aragonesa. Una ambulancia ha ido a buscarla al aeropuerto poco antes de las 15.00 de este jueves y la ha llevado al Hospital Clínico Universitario. 

Emilia López fue la víctima más grave de los 24 pasajeros que resultaron heridos en el siniestro. El vuelco y posterior arrastre por el suelo del autocar, que encontró en su camino duras raíces de más de un metro de altura y reventaron los cristales de la parte derecha, agravaron el resultado del accidente. La zaragozana viajaba en ese lado y casi pierde el brazo izquierdo -se lo han tenido que reconstruir- y sufrió una triple fractura de pelvis que la obliga a permanecer tumbada e inmovilizada.

Estas circunstancias han propiciado que se alargara la hospitalización, pero también los problemas burocráticos para gestionar su traslado al Hospital Clínico de la capital aragonesa para que continúe el tratamiento médico y empiece la recuperación, que se espera lenta y larga.

Las hijas de Emilia López, María y Andrea, solo tienen parabienes para los centros sanitarios, tanto en el que ha estado ingresada su madre como el que la acogerá ahora en Zaragoza, puesto que ambos se han mostrado desde el principio dispuestos a facilitar las cosas. El problema surgió con con la aseguradora del autobús, encargada de tramitar y costear el transporte sanitario, que en este caso ha tenido que ser en camilla y aéreo y, por lo tanto, más caro de lo habitual en estos casos. 

Durante estos diez días la familia de la paciente no ha dejado de llamar a todas las puertas para conseguir su traslado, ya que en las compañías aéreas habituales no podía hacerse por no reunir las condiciones. Pero al final, las gestiones llevadas a cabo por los departamentos de Presidencia y de Sanidad del Gobierno de Aragón han permitido desbloquear la situación y la herida esta ya en la capital aragonesa. Este diario se ha puesto en contacto con Reale pero la compañía ha rehusado hacer declaraciones aludiendo a la ley de protección de datos. 

María, una de las hijas de Emilia, reconocía este jueves que han sido días de mucha incertidumbre que han ido minando el estado de ánimo de su madre. “Físicamente evoluciona de forma favorable, pero anímicamente, sobre todo hasta ayer, estaba bastante baja, tocada. De hecho, ha recibido atención psicológica en el hospital. Pero hoy está contenta porque por fin vuelve a casa", explicaba a HERALDO.  Añadía que más que por su estado, la paciente estaba preocupada por sus hijas al no saber qué iba a ser de ella, cuánto tiempo tenía que estar en Mallorca y todo lo que esto implicaba para la vida de ambas, puesto que han tenido que alterar todos sus planes laborales y personales. 

"Como todas las madres, acostumbradas a cuidar a los demás, se preocupa más por los que están alrededor que por ellas mismas. Y el no tener un horizonte claro ha pesado mucho", afirmaba. 

Emilia viajaba con su esposo, Ignacio Cabello, que salió prácticamente ileso, el cual tuvo que regresar en avión dos días después del accidente porque está en tratamiento de quimioterapia, otro motivo más de preocupación para su mujer.  

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