¿Por qué el león rampante es el símbolo de Zaragoza?

La figura principal del escudo y de la bandera de la capital aragonesa es un león dorado y coronado con las patas delanteras alzadas y apoyado en las traseras. Su origen se remonta a la Edad Media.

El león rampante es el símbolo de Zaragoza y aparece tanto en su bandera como en su escudo.
El león rampante es el símbolo de Zaragoza y aparece tanto en su bandera como en su escudo.
Kristina Urresti

Para conocer el origen de la figura del león rampante como símbolo de la ciudad de Zaragoza hay que remontarse siglos atrás, hasta la Edad Media. Entonces, en pleno siglo XII, Alfonso el Batallador ya había conquistado la ciudad, en manos musulmanas, en 1118. Y aunque su hazañas fueron grandes, la adopción del león por parte de la ciudad no fue obra suya. Es tras su muerte, en 1134, cuando aparece este símbolo de la mano de Alfonso VII, emperador de León.

Pero, ¿qué vínculos tenía este monarca leonés con la actual capital aragonesa y por qué fue él quien trajo a Zaragoza su famoso león? Alfonso VII era hijo de Urraca I, reina de León y de su primer marido, Raimundo de Borgoña. Tras morir su esposo, la monarca se casó con Alfonso I, por lo que Alfonso VII de León era el hijastro del Batallador. “Se atribuye a Alfonso VII, el emperador de León, la toma de la figura del león rampante como símbolo por parte de Zaragoza”, dice Esteban Sarasa, profesor emérito de Historia de la Universidad de Zaragoza. “Cuando muere el Batallador sin descendencia, Alfonso VII, como hijastro, se cree con derechos al trono aragonés y viene a Zaragoza a tomar posesión de estos territorios, aunque la operación no le salió bien”, explica Sarasa.

"Cuando muere el Batallador sin descendencia, su hijastro se cree con derechos al trono aragonés"

“La nobleza aragonesa se opuso al pretendiente al igual que al testamento del rey, que dejaba el reino en manos de tres órdenes militares, por lo que buscaron como alternativa al hermando de Alfonso I, Ramiro, que era monje y que fue coronado como Ramiro II, frustrando el intento de acceder al trono aragonés del rey de León”, continúa el profesor.

Un 'rey y señor' leonés en Zaragoza

A pesar de ello, “mientras Ramiro se refugia en las montañas, Alfonso VII llega a la ciudad en diciembre de 1134 y toma posesión de la misma, como rey y señor, hasta el verano de 1136”, señala el Ayuntamiento de Zaragoza en su página web. “Bajo la excusa de la defensa de la ciudad, aunque movido por intereses económicos y políticos, y aprovechando el desconcierto del reino aragonés que en ese momento estaba más interesado en encontrar un nuevo monarca, entró en la Zaragoza cristiana reclamándola como soberano”, describen desde la página web de Turismo de Zaragoza.

Sin embargo, ese pequeño lapso de tiempo en el que Alfonso VII se instaló en la ciudad con aspiraciones reales fue suficiente para dejar una impronta que ha llegado hasta la actualidad. “Dos años después Ramiro y Alfonso llegaban un acuerdo por el cual el castellano devolvía al primero la ciudad a cambio de compensaciones económicas y del matrimonio entre sus hijos. Por su parte, Alfonso cedía uno de los símbolos de sus reinos, el león, que la ciudad lo tomó como símbolo manteniéndolo hasta la actualidad”, prosiguen desde Turismo. 

Escudo de Zaragoza con el león rampante.
Escudo de Zaragoza con el león rampante.
Turismo de Zaragoza

“Desde entonces se le atribuye a él el escudo heráldico de la ciudad, que es muy sencillo: se trata de un león rampante en campo de gules y coronado en oro. Tiempo después se añadieron a cada lado del escudo sendas ramas, una de laurel y otra de palma con las siglas de los títulos que ha ido ganando la ciudad con el paso de los siglos. A saber: muy noble, muy heroica, muy leal, siempre heroica, muy benéfica e inmortal”, afirma Sarasa.

“La figura de un león rampante es la marca de los reyes de León y su uso en el emblema de Zaragoza se justifica por la pertenencia del reino zaragozano al monarca”, añaden fuentes municipales. Y explican que “el león dorado, está coronado por ser el signo del honor regio que corresponde al titular del "regnum cesaraugustano".

Las primeras improntas, sobre la cerámica

“Cuando llegó Ramiro II no quiso suprimirlo ya que, en esa época, la heráldica era algo incipiente en todos los territorios”, asevera Sarasa. “Las primeras representaciones del león como símbolo de la ciudad fueron en documentos, en sellos rodados, como se conoce a los documentos sobre pergamino”, informa el profesor. “De los documentos de Alfonso VII se trasladó a los documentos aragoneses y a las disposiciones reales de la época hasta que pasó a ser un emblema más adelante”, prosigue.

El primer vestigio testimonial del león rampante como símbolo de la ciudad fuera de los documentos reales que se conserva es el de un fragmento de cántaro cerámico del siglo XIII. Es una de las piezas más curiosas que puede verse en una de las vitrinas de la sección de Arqueología del Centro de Patrimonio Municipal del Ayuntamiento de Zaragoza. “Es una de las representaciones más antiguas que conocemos del león rampante de Zaragoza dentro de un escudo”, asegura José Juan Domingo Frax, jefe de la sección de Arqueología del Ayuntamiento de la capital aragonesa. El cántaro en cuestión es un fragmento de cerámica doméstica por lo que en el siglo XIII el león ya era un símbolo de la ciudad de manera generalizada y los ciudadanos así lo percibían.

Imagen de un león rampante, símbolo de Zaragoza, en una cerámica del siglo XIII depositada en el Centro de Patrimonio Municipal.
Imagen de un león rampante, símbolo de Zaragoza, en una cerámica del siglo XIII depositada en el Centro de Patrimonio Municipal.
M.O.

De hecho, “su uso en el municipio se extiende y en el siglo XVI se representa el león rampante coronado en el ‘Libro V de los derechos que tiene la ciudad’ y en la portada del ‘Rubricario y repertorio de los estatutos y ordenaciones de Zaragoza’ publicado en 1548”, continúa el consistorio zaragozano en la web municipal.

Desde entonces se ha seguido utilizando como emblema hasta la actualidad, extendiéndose a otros ámbitos como el del fútbol. De hecho, el propio escudo del Real Zaragoza integra el león dorado. Además, sendos accesos al puente de piedra están flanqueados también por estos felinos.

Escudo del Real Zaragoza.
Escudo del Real Zaragoza.
A. C.

Sin aprobación oficial

Sin embargo, algo curioso en esta utilización es que “no recuerdo que se haya presentado nunca una propuesta al Consejo Asesor de Heráldica y Simbología Aragonesa, dependiente del Gobierno de Aragón, para el estudio y aprobación de este símbolo heráldico”, apunta Esteban Sarasa, miembro de este consejo asesor. 

Según explica el profesor, este organismo es el encargado de “aprobar las propuestas de los municipios aragoneses sobre todo lo relacionado con este tipo de símbolos para su utilización de manera oficial. Tras su estudio se emite un informe, que no es vinculante, en el que se decide si se aprueba su uso o no”, explica el profesor. 

“Aunque no son informes vinculantes, todos los municipios están obligados a presentar la propuesta a este consejo y no recuerdo que Zaragoza haya presentado nunca la suya”, asegura el profesor a modo de anécdota, “por lo que el león rampante, como símbolo oficial de la ciudad, se llevaría utilizando desde hace siglos sin la aprobación oficial”, concluye.

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