sucesos

“La Policía usó un dron y desde mi casa sacaron una pértiga para ver lo que estaba pasando”

Los vecinos del agresor y la víctima aseguran que no era la primera vez que el detenido golpeaba y amenazaba a su tío, que sigue en estado grave. 

La Policía precintó la puerta de la vivienda en la que viven el agresor y la víctima.
La Policía precintó la puerta de la vivienda en la que viven el agresor y la víctima.
Toni Galán

Los vecinos del número 8 de la calle de Pablo Parellada de Zaragoza se vieron sorprendidos en la madrugada del martes por el gran despliegue de agentes y medios que la Policía hizo para rescatar a la víctima de lo que parecía ser una brutal agresión y detener al agresor, el cual se había encerrado en la vivienda y no quería salir.

La Sala del 091 había enviado una patrulla para comprobar si, como informaba uno de los residentes, uno de los conflictivos vecinos del segundo piso, identificado como Vicente Fontecha Pavón, de 46 años, había atacado a su tío, de 57, lo había dejado inconsciente y lo había metido en el domicilio que comparten.

En otras ocasiones ya habían avisado a la Policía por ruidos o lo que parecían broncas con golpes, pero la llamada efectuada en la noche del lunes fue muy inquietante, dado que los testigos aseguraban haber visto al más joven arrastrar al más mayor por el suelo del rellano de la escalera, herido e inerte. 

La llegada de los agentes no hizo sino confirmar sus sospechas: algo había ocurrido pero Vicente Fontecha se negaba a abrir la puerta. La Policía movilizó entonces al Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y al negociador.

“Salvo en las películas nunca había visto nada así”, explicaba este jueves uno de los vecinos. “Como es un patio cerrado pero se ven los rellanos desde algunas terrazas, llamaron llamaron a mi puerta para tratar de entrar desde mi casa. Trajeron una pértiga mirar lo que estaba sucediendo en la vivienda y para descolgarse. Me sorprendió que trajeron también un dron que estuvo todo el rato sobrevolando el patio”.

Del talante del agresor daban cuenta las palabras que dirigía a la Policía. “Marcharos a trabajar que esto lo pagamos entre todos, joder! ¡Por una puta puerta semejante movida!”, fueron algunas de las frases que soltó, como indicaban los vecinos.

Uno de ellos relataba que tuvo que llamar a la Policía hace cuatro meses porque oyó gritos y lamentos. “No parecía ser una agresión mutua, sino que uno se quejaba y otro repartía. En aquella ocasión, como no se apreció la violencia que en esta última, siguieron insistiendo y sacaron al agresor de casa, pero como el tío no quiso denunciar, ahí se quedó la cosa”.

Otro contaba que el detenido por la Policía es un tipo “molesto” y “conflictivo”, propenso a las broncas, los insultos y las amenazas. Lo que no sabían es que Vicente Fontecha Pavón, además de cumplir una condena de cinco años y medio por clavar un cuchillo en el corazón a otra persona en la calle Río Matarraña de Zaragoza en 2017, desde que salió de la cárcel ha sido arrestado otras cuatro veces más por atentado, lesiones, amenazas y resistencia.

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