Los comerciantes del Mercado Central de Zaragoza empiezan a notar retrasos en los repartos por las protestas del campo
La presidenta de los detallistas, Esther Pérez, explica que los vendedores van "con vista" y se están proveyendo.
Las protestas del campo, y sobre todo la afección a las carreteras y a los accesos a Mercazaragoza, empiezan a notarse en el Mercado Central de Zaragoza. "Los repartos llegaron el martes más tarde, y se prevé que a partir de este jueves lleguen más tarde aún", explica Esther Pérez, presidenta de los detallistas. En el tradicional mercado, van "con vista" y se están "proveyendo" al empezar el día. "No hemos notado grandes cosas, pero esperamos que mañana (por este jueves) sea más complicado", indica.
Coinciden las protestas con la cuesta de febrero, a la que algunos comerciantes temen más que a la de enero. "Siempre es complicada porque no nos acordamos de un año para otro. Febrero es un mes corto que se hace muy largo pero que se pasa", reconoce Esther Pérez. Coincide con ella María José, de Montori y Barranco, en que febrero es uno de los peores meses para la venta: "Se puede notar un poquito, pero no una cosa exagerada".
Las dos celebran el resultado de la reforma del Mercado Central, que ha permitido aumentar la clientela. Y con la mejora de la climatización confían en que todavía sea mejor. Esther Pérez reconoce que han tenido "problemas por mucho frío y mucho calor". Por eso, considera que cuando arranquen las obras de cerramiento de la instalación, que incluirá la instalación de 126 ventanas motorizadas y costará 1,1 millones, les generará una "gran tranquilidad para poder trabajar bien y para el cliente, que tendrá una sensación de confort cuando esté comprando". Hasta ahora, los comerciantes han tenido que afrontar el gasto que surge cuando "se te escapa la energía", con un coste a repartir "como en cualquier casa, pero a un nivel grande, porque es un edificio muy grande".
Tras la reforma de 2020, hace justo cuatro años, Esther Pérez explica que la clientela se ha rejuvenecido, se juntan varias generaciones en el mostrador. "Es un mercado que está funcionando muy bien. Estamos muy contentos", defiende.
