fiestas de interés turístico

Una multitud recibe con manzanas a la máscara de Ateca en su subida al cerro de San Blas

Jesús Lozano encarnó por quinta vez al famoso personaje de la localidad zaragozana, protagonista de unas fiestas reconocidas de Interés Turístico de Aragón.

Una multitud recibe con manzanas a la máscara de Ateca en su subida al cerro de San Blas
Una multitud recibe con manzanas a la máscara de Ateca en su subida al cerro de San Blas
J. Macipe

En cifras, la subida de la máscara de la localidad zaragozana de Ateca al cerro de San Blas es poco más de 70 metros de ascenso con una fuerte pendiente entre una avalancha de manzanas que caen desde lo alto. En lo sentimental, todo va mucho más allá. Este sábado por la mañana, Jesús Lozano, natural de la localidad y que encarna a esta figura desde 2020, ha vuelto a conquistar la loma con vistas al Jalón que preside esta villa de la Comunidad de Calatayud. Lo ha hecho partiendo desde la ermita -donde recita los tradicionales versos- en una remontada desde la ermita de apenas un minuto de duración, refugiado en su pesado escudo que le protege de la lluvia de fruta lanzada por centenares de personas y con la emoción, como es habitual, a flor de piel.

"Ha sido mucho mejor de lo que esperaba", confesaba el propio Lozano al tocar cima. Allí ha contado con la colaboración de sus familiares y amigos para pedir que cesasen los proyectiles, cuando ya la distancia lo recomienda. "Siempre siento emoción y nervios, pero con muchas ganas. Además, este año al caer en pleno fin de semana hay más gente", reconocía. Tras reponer fuerzas y tomar un poco de agua, metido en el personaje, pedía: "Todo el mundo al corro". Se trata de la segunda parte más simbólica, cuando la muchedumbre se organiza en varios círculos entorno a él para entonar 'En el puente de Alcolea'.

Tras repetir tres veces la estofa, la marabunta, principalmente niños, se abalanzan sobre él para quitarle todos sus cascabeles. Tras esta parte, Lozano ha repetido el itinerario para volver a la ermita y de ahí regresar a la iglesia de Santa María, donde al principio de la mañana se celebra la misa mayor por el patrón del municipio y desde donde parte la procesión que le lleva, acompañado por autoridades y la banda de la Agrupación Musical Atecana, hasta el altozano. Cerca de una hora antes de que arrancase su particular remontada, al protagonista ya le esperaban en lo alto del cerro.

Entre quienes esperaban estaba la hermana del actor principal: "Es una mezcla de nervios y orgullo, porque significa mucho para él", decía Verónica, apoyada en el carro de su hija, la pequeña Daniela de tan solo cinco meses. Son los más jóvenes quienes lo disfrutan, pero en disputa con los más mayores. "Es algo que te retrotrae a la juventud, a lo que has vivido y que es muy especial", decía Carlos, acompañado de León, de dos años y medio, que se aferraba a una de las manzanas.

Con el cielo ya despejado de la niebla de primera hora, el solo se abría paso templando los seis grados de temperatura que rondaban al medio día y animando a la llegada de más público. Era el caso de Gabriel, que enfundado en un disfraz de máscara confesaba querer hacerlo de mayor. "Venimos todos los años. El año pasado vino de cabezudo y este ha querido ponerse el de máscara", indicaba Esther, su madre.

La subida de la máscara de Ateca al cerro de San Blas
La subida de la máscara de Ateca al cerro de San Blas
J. Macipe

También es el día para que los abuelos recuerden viejos tiempos, como es el caso de José María Hernández, de 73 años, que llegaba con sus cinco nietos y los cuatro de su hermano. "Llevo aquí desde los 18 años y me siento uno más. Es un día muy especial y los pequeños lo disfrutan. El viernes tuvimos chocolatada por la tarde y carne asada en la hoguera", dice este jugador de petanca y durante muchos años regente de dos restaurantes en la villa.

Última jornada festiva

Tras la bajada del cerro, la programación por San Blas todavía cuenta este sábado con un concierto, a las 17.30 en la iglesia de Santa María por la coral 'Schola Cantorum' de la Universidad de Zaragoza; unos hinchables y fiesta infantil en el pabellón y, pasada la medianoche, sesión de orquesta y discomóvil con entrada gratuita. Se pone fin así a tres días de celebración que arrancaron el jueves.

Coincidiendo con el inicio del mes, la máscara realizó su habitual visita a la guardería y al colegio de la localidad. Ya el viernes realizó su primera salida tradicional por las calles del pueblo. Por la noche, se celebró la tradicional hoguera en la plaza de España, donde también se cantó 'En el puente de Alcolea'.

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