El Ayuntamiento de Zaragoza autoriza refinanciar créditos por 162,5 millones para evitar el pago de 24 más hasta 2038

El Estado y la DGA avalan la operación por el "ahorro" que conlleva y porque elimina el "riesgo" de préstamos que han supuesto ya un sobrecoste de 25 millones.

Blanca Solan, concejala de Hacienda, en una comisión municipal.
Blanca Solan, concejala de Hacienda, en una comisión municipal.
José Miguel Marco

El Gobierno de Zaragoza autorizará este martes la renegociación de tres créditos de los años de la Expo que están lastrando las arcas municipales con intereses del 9,75% y que implicarían, de seguir como están ahora, un "riesgo potencial" de 24 millones de euros hasta 2038. La operación, que se aprobará en una reunión extraordinaria, se eleva hasta los 162,5 millones de euros, de los que 153 corresponden a la liquidación del capital vivo y 9,5 millones a la cancelación del crédito. La Secretaría General del Tesoro del Ministerio de Economía y la dirección general de la Administración Local del Gobierno de Aragón han avalado previamente la renegociación porque conlleva "ahorro financiero", se elimina un "riesgo potencial" y estiman que es "conveniente" hacerlo. La firma, prevista para esta semana, permitirá zanjar unos préstamos que han resultado "poco ventajosos", por los que el Consistorio estima que se ha abonado un sobrecoste de 25 millones respecto a las condiciones del mercado desde que se contrataron.

Con el cambio, la carga financiera volverá a "escenarios más acordes con la realidad". Así lo estima Blanca Solans, que desde que asumió la concejalía de Hacienda y Fondos Europeos focalizó sus esfuerzos en los presupuestos de 2024 y la renegociación de tres créditos de Dexia Credit, con fecha de vencimiento a 30 años (2035, 2037 y 2038) e intereses que están por encima del mercado por la inclusión de cláusulas y un derivado. Lo que se estimaba "altamente improbable" cuando se firmaron acabó pasando, y el pago de intereses se disparó de 10, 5 millones a 27,8 millones de un año para otro (de 2022 a 2023).

Para poder modificar las condiciones de endeudamiento a largo plazo, el Ayuntamiento necesita el permiso "excepcional" de la Secretaría General del Tesoro, que lo concede si constata que la estructura financiera futura va a ser mejor que la actual. Y en este caso ve "conveniencia financiera" porque el cambio da, según valora, más seguridad a Zaragoza al eliminar elementos de riesgo. También necesitaba el Consistorio el plácet del Gobierno de Aragón, que ‘tutela’ sus finanzas al superar la ratio de deuda del 75%. Y lo ha conseguido.

"Que tengamos dos entes que autorizan la operación se valora positivamente. Al final, son dos supervisores imparciales y autónomos", advierte Solans.

El capital que se contrató en 2005, 2007 y 2008, y se novó, se elevó a 290 millones de euros, con cláusulas techo y suelo que hacían que los intereses quedaran entre un 3% y un 5%, un derivado futuro y cláusulas millonarias de cancelación, que desaconsejaban cambiarlo. La renegociación se lleva acabo ahora, dice la concejala, porque "la carga financiera que soporta el Ayuntamiento en intereses es elevada". Un 9,75% es un tipo "sumamente alto y gravoso".

4,7 millones de ahorro en 2024

La carga financiera se rebajará en 4,7 millones de euros en 2024, de manera que un par de años bastarán para amortizar los 9,5 millones que se pagarán, como máximo, por la cláusula de cancelación. A esta cantidad se sumarían, hasta 2038, los 24 millones en los que se valora el riesgo proyectado para la vida útil de los créditos, que se rebajará al renegociar la deuda.

Cinco entidades presentaron sus propuestas al Ayuntamiento, que se ha decantado por la de Caixabank, que ofertó Euríbor trimestral más 0,82% sin ninguna penalización y sin carencia. Se respetan los plazos iniciales y todos los créditos vencerán a la vez. No implica dar una "patada hacia adelante" con los préstamos, asegura Solans. No se difiere el pago para ganar oxígeno. Se planteó de inicio, pero no era viable.

Como 25 millones es mucho dinero, se buscaron alternativas y, al final, el equipo que lidera la alcaldesa Natalia Chueca dio con la tecla. Con ello, explica la concejala de Hacienda, se van a "pagar menos intereses" y se "aplicará el ahorro a otras cuestiones que benefician más a los zaragozanos".

El derivado de los préstamos permaneció latente los primeros años. El ‘suelo’, del 3%, impedía entonces que el Consistorio se beneficiara del desplome de los tipos. Nunca se utilizó el ‘techo’ del 5% porque nunca subieron tanto. Ese techo saltó por los aires cuando sucedió lo que era "altamente improbable": se alcanzó una curva invertida, los tipos de interés a corto plazo superaron a los de largo y Zaragoza pagó intereses del 9,75%. La covid y la situación inflacionista y de crisis energética que se derivó de la invasión de Ucrania eran imposibles de prever. Pero ocurrieron.

Desde 2013 y 2014, con las normas de prudencia financiera, los ayuntamientos no pueden contratar préstamos de alta volatilidad que perjudiquen el interés público. La carga financiera será más fácil de llevar cuando esta misma semana se firme la refinanciación.

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