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Una joven de Zaragoza confiesa los abusos a una menor a la que conoció paseando el perro

La acusada acepta tres años de cárcel, pero pide una medida de gracia para no ingresar en Zuera.

La acusada, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
La acusada, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
HA

Los encuentros  que una joven de Zaragoza mantuvo durante algún tiempo con una chica de 13 años podrían costarle el ingreso en prisión, ya que ella misma se reconoció ayer autora de un delito continuado de abusos sexuales a menores y aceptó una condena de tres años. Eso sí, lo hizo tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular, que en principio pedían cinco años de cárcel.

El Código Penal contempla la suspensión extraordinaria de la pena en casos de drogodependencia o alcoholemia, siempre que la condena no supere los cinco años y el acusado o acusada certifique que se encuentra en tratamiento para superar su problema. Y como la investigada cumple ambos requisitos, la defensa solicitó que se le conceda esta medida de gracia, a lo que no se opusieron las acusaciones, siempre que la joven    siga en tratamiento durante al menos tres años.

El presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, José Ruiz Ramo, se mostró    a favor de dejar sin efecto la entrada en prisión. En cualquier caso, el magistrado recordó que será en ejecución de sentencia cuando el tribunal dé a conocer su decisión definitiva.

Paseaban juntas los perros

Los hechos que sentaron en el banquillo de los acusados a esta joven se produjeron en el verano de 2022, cuando ella y la víctima empezaron a coincidir paseando sus perros por la calle. Pero lo que comenzó como una simple relación de cariño y amistad, adoptó después un carácter sexual. La acusada besó en la boca a la menor, a la que también tocó las nalgas y los pechos. Y en una ocasión, la llevó a su casa, se quedó en ropa interior e intentó acercarse a la víctima con «ánimo lúbrico». Sin embargo, la chica la rechazó y contó después lo sucedido a su madre, quien decidió presentar una denuncia ante la Policía Nacional.

Durante la fase de instrucción de la causa quedó claro que nunca hubo relaciones sexuales entre la acusada y la víctima. La chica manifestó que la primera vez la acusada empezó a besarla se quedó bloqueada. Y aunque la situación no le agradaba, estaba tan confundida que llegó a corresponder algunos de aquellos besos.

A la hora de pactar la sentencia, la Fiscalía y la abogada Lourdes Barón, que representa a la víctima, tuvieron en cuenta que la acusada ha adelantado ya 2.600 euros en concepto de indemnización. Con carácter previo al juicio, esta se comprometió a abonar otros 400 euros, ya que la acusación particular exigía una compensación económica de 3.000 euros para la menor, así como el abono de todas las costas.

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