El Ayuntamiento de Zaragoza da luz verde al vertedero para repercutir el nuevo impuesto de residuos

El gobierno aprueba el sistema de cálculo para fijar la cuota que la UTE Ebro puede percibir de cada uno de los gestores.

Complejo para el Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ)
Complejo para el Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ)
Guillermo Mestre

La empresa que gestiona el vertedero podrá empezar a repercutir el nuevo impuesto de depósito de residuos a las empresas que los generen, que deberán decidir después si traspasan el coste a sus clientes. El gobierno de Zaragoza aprobó la semana pasada el sistema de cálculo que permitirá determinar la cuota que le corresponde a cada generador de residuos y se lo notificará a la UTE Ebro, que es la concesionaria del contrato de explotación del Complejo de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (Ctruz). El criterio que se aplicará distingue entre los residuos tratados y los que no lo están.

Doce millones tiene previsto recaudar el Gobierno de Aragón el próximo año en toda la Comunidad a través del impuesto de depósito de residuos en el vertedero, un tributo que ordenó aplicar el Ejecutivo central y que precisa, aún, de ajustes en Zaragoza. Sobre el hecho imponible, lo que se paga, no hay ninguna duda: grava el depósito de residuos para su eliminación en los vertederos y quien lo paga son las empresas que lo gestionan.

En Zaragoza capital, y en los ayuntamientos y mancomunidades que llevan sus residuos al Ctruz, el gestor es la UTE Ebro, que está obligada a pagar el impuesto y a repercutir después a los contribuyentes, mediante un documento de cobro, el importe de las cuotas que le corresponda a cada gestor individual.

El órgano competente para determinar la cuota íntegra del impuesto es el gobierno de Zaragoza, y cumple ahora con su obligación al fijar el sistema de cobro.

En la entrada previa al tratamiento de residuos, se pesa el residuo total que corresponde a cada generador. En el caso de desechos valorizados, al recibir tratamiento y acabar mezclado se pierde la trazabilidad y "es imposible determinar" qué peso acaba en el vertedero. El Consistorio aboga, en este caso, por utilizar un criterio proporcional. Cuando se trata de residuos no tratados, es más fácil porque es posible determinar el origen del productor y el peso bruto corresponde directamente al desecho depositado.

Cuando se analizó hace un año el efecto que tendría en Zaragoza capital este nuevo impuesto, con el que se busca desincentivar el depósito de residuos en el vertedero para favorecer el reciclaje, se valoró en cinco millones de euros el sobrecoste en la factura del Complejo de Tratamientos de Residuos Urbanos de Zaragoza (Ctruz), lo que suponía un incremento del 45%.

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