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La Romareda se demolerá por partes a partir de julio: estos serán los tres primeros derribos
La primera fase de obras de la nueva Romareda costará casi 19 millones. El siguiente hito es el 30 de enero, con la fecha de entrega del proyecto básico y de derribos del estadio.
La nueva Romareda empieza a coger ritmo tras el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de la capital aragonesa, el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza para constituir la sociedad que construirá y explotará las futuras instalaciones. Ahora el objetivo es iniciar la construcción, que se dividirá en dos fases: la primera, que tendrá un coste cercano a los 19 millones de euros con el IVA y la dirección de obra, consistirá en la demolición la grada del gol sur, el edificio del Cubo y la Gerencia de Urbanismo, además de las excavaciones y la construcción de los sótanos. La segunda fase afecta al resto de la infraestructura deportiva.
Además de la constitución de la sociedad, anunciada para finales de este mes, el siguiente hito es el 30 de enero. Ese día es la fecha de entrega del proyecto básico y de derribos del estadio por parte del equipo técnico de la consultora Idom, bajo la dirección del arquitecto César Azcárate. De este modo, las instituciones que impulsan el proyecto quieren lanzar la licitación de las obras entre febrero y marzo con el objetivo de iniciar las obras en julio, en principio después del concierto de Enrique Bunbury anunciado en el campo de fútbol.
La primera de las fases, que se ha desgajado del resto para poder anticipar las obras al verano y que tiene una duración de cuatro meses, es una de las más delicadas del proyecto constructivo. No solo hay que derribar el graderío, sino que es necesario tirar también el edificio del Cubo y el de la Gerencia, situado junto a la tribuna de preferencia, en el lado de la plaza de Eduardo Ibarra. Allí se tendrán que adecuar los accesos, dado que hay varias puertas al campo así como las entradas a la zona de prensa y a los palcos.
Además, es necesario excavar dos plantas bajo rasante junto a la calle de Jerusalén y construir los sótanos. En este momento, los técnicos están analizando si esta primera fase también implicaría la construcción de la grada baja del nuevo campo, aspecto que todavía no está decidido.
Centro de seccionamiento
El 70% del presupuesto se lo llevarán en cualquier caso los trabajos de demolición y construcción de la grada sur. Esta obra afectará a un centro de seccionamiento, sito en calle Eduardo Ibarra angular calle Jerusalén, que forma parte del sistema de suministro eléctrico del equipamiento deportivo. En esa zona se situará además el acceso de autobuses al futuro campo, es decir, a las tripas de la infraestructura.
Con los derribos y excavaciones finalizados en octubre, las grúas tendrán que levantar la grada sur, así como el resto de la infraestructura deportiva. Fuentes consultadas explicaron que Idom debe tener listo el proyecto de ejecución definitivo el próximo 30 de junio. Esto es un mes antes de lo previsto inicialmente, hecho que evidencia que los plazos van muy ajustados, dado que el campo debe estar terminado un año antes de la inauguración del Mundial 2030, que organizará España junto a Portugal y Marruecos.
Hay que tener en cuenta que el nuevo campo, al ser impulsado por una sociedad de mayoría pública, tendrá que cumplir las exigencias de la Ley de Contratos del Sector Público, con publicación incluida en el Diario Oficial de la Unión Europea. Según los planes de las instituciones implicadas en el proyecto, las obras del resto de la infraestructura saldrían a concurso en el verano de 2024 con el objetivo de que pudieran iniciarse los trabajos en el mes de noviembre, una vez obtenidas todas las licencias. La clave es no parar el desarrollo de la obra en ningún momento.
Será entonces cuando comience una carrera de fondo para cumplir los plazos de un proyecto de alta complejidad y que exigirá altas dosis de paciencia por parte de los aficionados, que tendrán que desplazarse conforme se vayan ejecutando las obras.
En principio, el nuevo coliseo del Real Zaragoza supondrá un gasto de 140 millones de euros, de los que 20 se corresponden a la zona comercial. Por ahora, se mantienen las previsiones económicas, pero informes municipales no descartan una desviación del 10% por el impacto de la inflación en los costes de la construcción. Tendrá capacidad para 42.500 espectadores, por lo que alcanzará la categoría 1 de estadios establecida por la FIFA.
Grada a grada
El anteproyecto del pasado mes de mayo ya avanzó cuál sería el proceso de construcción del estadio, con cuatro fases en las que aprovechar los veranos es clave, dado que no hay competición. En este sentido, tras las demoliciones y excavaciones, la construcción de la grada del gol sur se prolongará hasta noviembre de 2025. En el verano de ese año se iniciarán las demoliciones de la grada este, la que da al Hospital Miguel Servet, con el objetivo de que ese graderío pueda completarse en octubre de 2026.
En el verano de 2026 le llegará el turno a la zona de palcos y tribuna preferente, que estará construida en diciembre de 2027. También se actuará sobre el terreno de juego, que en el futuro estadio estará medio metro por debajo de la cota actual y se desplazará 5,5 metros hacia la plaza de Eduardo Ibarra. Lo último será el gol norte, el más próximo al Auditorio. Los derribos se completarán en el verano de 2027 con el objetivo de acabar la obra a finales de 2028.
