sucesos

Las cámaras de Zuera no sirven para condenar el robo de 2.000 litros de gasoil

La jueza concluye que no se distingue el rostro de los ladrones, aunque en las grabaciones se aprecia cómo un vehículo se coloca junto a los cuatro camiones de los que robaron el combustible.

Cámara de seguridad en una parte de la calle donde ocurrió el crimen.
Imagen de archivo de una cámara de seguridad.
JMACIPE

La titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza acaba de dictar una sentencia en la que concluye que las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad del Ayuntamiento de Zuera no son prueba suficiente para condenar a F. A. O. por la sustracción de 2.000 litros de gasoil de los depósitos de cuatro camiones. Las grabaciones recogieron los sospechosos movimientos de un coche que, tras hacer varias maniobras prohibidas, accedió al aparcamiento provisional donde se encontraban los vehículos, junto a a la rotonda de la avenida de los Pirineos del citado municipio.

Sin embargo, la magistrada recuerda que las imágenes se tomaron «de noche y a cierta distancia», por lo que resulta «imposible concluir» que uno de los dos hombres que se bajaron del coche era el acusado, al que defiende el abogado Francisco Antoranz y para el que la Fiscalía pedía 16 meses de prisión por robo con fuerza.

Por estos hechos, ocurridos durante la madrugada del 10 al 11 de junio de 2022, se acusaba también a I. B., propietario del turismo Volkswagen Passat con el que los ladrones accedieron al parquin donde estaban los cuatro camiones a los que forzaron los depósitos. Sin embargo, este hombre se encuentra en situación de rebeldía y no podrá ser juzgado hasta que se le localice y detenga, ya que se enfrenta a la misma pena de cárcel.

La imposibilidad de identificar a los autores materiales del robo no ha evitado a la jueza poder condenar a seis meses de prisión por un delito de receptación tanto al citado F. A. O. como a otros dos varones de su misma nacionalidad e identificados como C. M. G. y R. M. B. En este caso, las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad de Zuera sí permitieron ver cómo el Volkswagen Passat se desplazaba desde la zona donde estaban los camiones a un domicilio situado en la avenida de Zaragoza. Y una vez allí, del interior del maletero se extraían varias garrafas que se introdujeron en la vivienda.

Cuando los investigadores se presentaron en esta casa, en la que vivía R. M. B., encontraron depósitos de plástico con combustible robado. Por otro lado, a    C. M. G. se le entregaron después otras cinco garrafas. «De cuyo origen ilícito el acusado tuvo conocimiento sin lugar a dudas», dice la sentencia.

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