Vivienda

El ascensor como factor de vulnerabilidad: ¿cuántos vecinos de Zaragoza viven en 'pisos cárcel'?

Un estudio de la Universidad de Zaragoza analiza manzana por manzana los bloques de viviendas que tienen elevador según su renta, origen, sexo e incluso estudios.

El 78% de las personas empadronadas en Zaragoza, independientemente de la planta en la que residan, disponen de elevador en su edificio.
El 78% de las personas empadronadas en Zaragoza, independientemente de la planta en la que residan, disponen de elevador en su edificio.
Kristina Urresti

¿Es realmente Zaragoza una ciudad donde haya un problema con los llamados 'pisos cárcel'? ¿Cuántos zaragozanos viven en una casa con ascensor? Para salir de dudas, la Cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica de la Universidad de Zaragoza ha elaborado un extenso y exhaustivo estudio sobre la accesibilidad vertical en la capital aragonesa, con datos del padrón y un registro propio de portales, donde se pone de relieve que tener un elevador o no puede ser incluso un indicador socioeconómico. 

Los datos son muy reveladores. En Zaragoza, en el año 2022, el 78% de las personas empadronadas, independientemente de la planta en la que residan, disponen de ascensor en su edificio, y hasta un 88% cuando viven en un segundo nivel o superior. Una cifra alta, pero lejos del objetivo de administraciones y arquitectos de que todos los ciudadanos tengan un elevador en su casa. Ya no solo por una cuestión de accesibilidad, sino porque, según revela el cerebro de este estudio, el profesor Sergio Valdivielso, ser parte de uno de estos 'pisos cárcel' puede acarrear incluso "problemas mentales" para las personas mayores. Llega a ser un factor de vulnerabilidad.

De este estudio, disponible en la web del Gobierno Abierto de Zaragoza, se desprende que el 70,1% de las personas empadronadas en la ciudad durante 2022 -algo más de 475.000-, viven en una segunda planta o superior. De ellos, un 23,1% son ciudadanos de más de 65 años. Es decir, si se contabiliza tan solo a este colectivo, el 72,7% de ellos residen en una segunda planta o superior (tres de cada cuatro mayores). Puede ser un verdadero problema no contar con este servicio, tanto por accesibilidad como por complicaciones cardiovasculares, posibles caídas o incluso favorecer las relaciones sociales.

Mapa de accesibilidad vertical en Zaragoza

En este punto es donde el informe muestra la problemática de la capital aragonesa y sus barrios tradicionales. "Uno de cada seis mayores no dispone de ascensor para su movilidad vertical. Si se contabiliza la altura de la vivienda en que residen y se pone el límite a partir de la segunda planta, los ciudadanos con el servicio de elevador son el 87,35%, mientras que los que tienen déficit son el 12,65%", indica Valdevielso. Es decir, uno de cada ocho zaragozanos residentes en un segundo nivel o por encima no tiene ascensor para acceder a su hogar desde la calle. Para las personas mayores residentes en segunda planta o superior, este servicio está presente en el 92,6 % de los casos, puntualizan desde la Cátedra.

Se observan "sobresalientes diferencias" entre los diferentes distritos de la ciudad del Ebro. "El déficit de ascensores sólo afecta al 1,4% de los residentes en el Actur, al 3% de los residentes en el Centro, pero se va hasta casi el 14% en el distrito de San José, el 16% en Las Fuentes y tiene el máximo exponente en Delicias con el 17%", asegura el informe. No obstante, los más afectados en cuanto a porcentaje son Oliver-Valdefierro (30%), Torrero-La Paz (24%), Casablanca (22%) y Casco Histórico (20%). Traducido a personas, serían más de 12.000 las que no disponen de este servicio en Delicias, más de 6.000 en Casco Histórico, San José y Torrero-La Paz y en torno a los 5.000 en El Rabal, Las Fuentes y Oliver-Valdefierro.

Ascensor de Peña Oroel 2, en Bals de Ebro viejo.
Ascensor de Peña Oroel 2, en un conjunto de viviendas Balsas de Ebro Viejo. Muchos de estos bloques se han rehabilitado gracias a las ayudas del Ayuntamiento de Zaragoza.
Leyre Ruiz

Por grupos de edad, este déficit de accesibilidad afecta a un 68,8% de adultos empadronados de entre 18 y 64 años. Actualmente, en Zaragoza "hay 8.000 mayores no poseen ascensor en su lugar de residencia en una segunda planta o superior". De ellos, 1.500 están en Delicias. Hay varios contrastes, incluso, dentro de las calles de un propio distrito, tal y como indica Sergio Valdivielso: "En el Centro apenas el 1,2% de la población mayor empadronada en estas plantas es deficitaria de servicio de ascensor, pero hay sin embargo espacios en el entorno de la calle de Ricla con más del 12% de población mayor sin ascensor en segunda planta o superior. En otros barrios como San José, esta cifra es del 6,9%, en Delicias 7,1% y, por encima de la media, Las Fuentes, con 7,6%; Casco Histórico, con 9,9%; Casablanca, con 15,7%; y Torrero-La Paz, con un 18,5%". Dentro de los distritos urbanos, Oliver-Valdefierro es el más deficitario en "términos relativos", con un 23,4% de sus mayores sin servicio de ascensor en una segunda planta o superior.

Si se ahonda todavía más en los datos, se puede comprobar que de los mayores de 85 años, el 17,4 % no poseen ascensor en su edificio. Son 4.800 mayores sin este servicio de los cuales 1.644 viven en una segunda planta o por encima, "un condicionante definitorio para su calidad de vida".

La mayoría de los damnificados por no disponer de un elevador en su bloque son españoles (68,7%), aunque hay un gran peso de extranjeros (31,3%). Por distritos, el estudio revela que en Casablanca el 65% de las personas de fuera de España tienen déficit de accesibilidad vertical frente al 18% de las personas de nacionalidad española; el 63% de los extranjeros en Oliver-Valdefierro frente al 25% de los españoles; o el 56% en Torrero-La Paz frente al 20% de los portadores de nacionalidad española. 

Esta investigación pone de relieve que, de los extranjeros sin ascensor, el grupo de nacionalidad que mayor déficit relativo posee es el del conjunto de nacionalidades del norte de África y cuenca mediterránea. El 59% de ellos residen en una planta segunda o superior y en su edificio no hay servicio de elevador.

La renta más baja es la que no suele tener ascensor

"El nivel de renta es, usualmente, más elevado entre las personas que poseen ascensor en su edificio con respecto a las que no", dice Sergio Valdevielso. Deben excluirse, por tanto, residentes en unifamiliares o chalés adosados, como los que hay en los distritos de Casablanca, Sur, Juslibol-El Zorongo o Venta del Olivar, donde las rentas son notablemente superiores en este tipo de hábitat residencial en comparación con las viviendas plurifamiliares. "Donde sí se cumple la diferencia positiva de renta a favor de los que tienen ascensor es cuando se contabilizan exclusivamente a los residentes en una segunda planta o superior", destaca el estudio.

Bloques de viviendas en Balsas de Ebro Viejo. A la izquierda, uno ya rehabilitado.
Bloques de viviendas en Balsas de Ebro Viejo. A la izquierda, uno ya rehabilitado.
Francisco Jiménez

Así, la renta neta media por persona que vive en una segunda planta o superior y tiene ascensor es de 14.220 €, frente a los 11.565 € de una que carece de él. Estos casos de déficit de accesibilidad vertical se dan, nuevamente, en los distritos de Oliver-Valdefierro, Las Fuentes y Torrero-La Paz. "En estos tres casos es incluso un 10% inferior a la renta media de las personas sin ascensor en altura, y más de un 25% a la media de la ciudad para todos sus habitantes contribuyentes", añaden.

Propuestas de actuación

Entre una gran ristra de datos, esta observación de la Cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica recoge algunas propuestas de rehabilitación para mejorar este mal endémico que supone el no tener un ascensor en la vivienda. "No queremos segmentar ni señalar, solo queremos poner de relieve un problema que afecta a una buena parte de población, de manera directa o indirecta", indica el encargado del estudio. Puede afectar, incluso, a la población joven que vive en una unifamiliar "y que en un futuro puede tener problemas de movilidad". 

Se propone una hipotética actuación de regeneración en los edificios donde residen personas de cuarta edad en soledad sin ascensor en una segunda planta o superior. Ello conllevaría la intervención en 1.086 edificios. "Estas actuaciones favorecerían a 24.165 personas con déficit de accesibilidad vertical (todas las edades) y lo reduciría del 12,7% de las personas al 7,5%. Esta población beneficiaria de la actuación supone el 3,6% del total de los habitantes de Zaragoza y el 3,8% de las viviendas empadronadas", aseveran.

El antes y el después de una rehabiltiación en la calle de Santa Rosa, 14, en el barrio de San José de Zaragoza.
El antes y el después de una rehabiltiación en la calle de Santa Rosa, 14, en el barrio de San José de Zaragoza.
Zaragoza Vivienda/Ayuntamiento de Zaragoza

Las intervenciones de rehabilitación favorecerían a 219 edificios en Delicias, con 246 portales y 1952 viviendas habitadas; San José con 140 edificios, 149 portales y 1.413 inmuebles; Torrero-La Paz con 132 edificios, 137 portales y 1.210 pisos; o El Rabal que recibiría actuaciones en 113 edificios, 149 portales y 1.275 hogares.

Respecto a los costes, la Cátedra ha calculado que varía en función de si existe un espacio interior adecuado para el alojamiento de maquinaria y plataforma o si se deben realizar obras en fachada externa. "En el primero de los casos, según diversas fuentes consultadas, el precio medio ronda los 50.000 €. En el caso de una instalación exterior, el presupuesto de reforma va en función de su complejidad técnica, en una horquilla de precio desde los 120.000 € a los 200.000 €", arrojan. En total, el montante para "erradicar" el déficit de accesibilidad vertical de la ciudad en los edificios donde hay mayores en situación de soledad en una segunda planta o superior, tendría en un valor superior a los 100 millones de euros.

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