tribunales

El Supremo declara firme la tercera condena a la pareja asesina de Badoo

Confirma la pena de 12 años y 9 meses de prisión por secuestrar, agredir, robar y extorsionar a un vecino de Tudela.

Los tres acusados de la banda del Badoo, el día que fueron juzgados en la Audiencia.
Los tres acusados de la banda del Badoo, el día que fueron juzgados en la Audiencia.
Toni Galán

La tercera sentencia contra Mohamed Achraf Darai y Hedangeline Candy Arrieta Landazabal, la pareja que captaba víctimas a través de Badoo, ya es firme. El Tribunal Supremo ha confirmado el fallo dictado por la Audiencia Provincial de Zaragoza que impuso 12 años y nueve meses de cárcel a cada uno de los acusados por agredir, robar, extorsionar y retener ilegalmente a un vecino de Tudela al que captaron a través de la red de citas Badoo.

Con esta resolución del Alto Tribunal los criminales acumulan penas que suman 59 años de cárcel cada uno, la más grave por el asesinato del vizcaíno José Antonio Delgado Fresnedo, cometido el 6 de septiembre de 2019 en Pedrola, por el que fueron condenados a 34 años de prisión. Igualmente, la Audiencia les impuso otra pena de 10 años por la paliza, secuestro y robo de un vecino de La Almunia cometidos el 26 de julio de ese mismo año.

Los abogados del vecino de Tudela, José Cabrejas y Cristina Gracia, se mostraron ayer satisfechos por el fallo del Tribunal Supremo, que implica que Achraf y Arrieta pasarán, al menos, los próximos 30 años en la cárcel.

Los tres delitos que cometieron fueron prácticamente idénticos, aunque en el caso de José Antonio Delgado llevaron su maldad al extremo y terminaron torturándolo y enterrando su cuerpo, aún con vida, en un campo de Pedrola. El trabajo de la Guardia Civil y de la Ertzainza permitió truncar la actividad criminal de esta pareja que había encontrado en Badoo su nicho de víctimas.

Estrés postraumático

Afortunadamente, en los otros dos casos los elegidos lograron salir con vida, aunque les han quedado secuelas. Es el caso del vecino de Tudela, Julián L. M., que tenía 59 años cuando cayó en manos de los acusados y desde entonces sufre un síndrome de estrés postraumático que le causa alteraciones cognitivas que afectan a su atención, fluidez verbal, memoria y relaciones sociales y laborales. Y todo porque Arrieta y Achraf le tendieron una trampa para apoderarse de su dinero y pertenencias.

Como les ocurrió a las otras dos víctimas, Julián L. M. vio por la plataforma Badoo el perfil y la fotografía de la mujer, que se hacía llamar ‘Bella’, entre otros alias, y acordaron una cita. Decidieron encontrarse en la estación de tren de Luceni, pues él no tenía coche. Al llegar, sobre las 22.00, le dijeron que fuera a la parte trasera del edificio, donde la mujer le esperaba en un coche. Nada más verse cara a cara se saludaron y recibió un golpe por la espalda con una llave inglesa. A pesar de ello, luchó y trató de huir, pero se rompió el peroné al caer por un terraplén y los secuestradores, armados con una pistola, se lo llevaron atado con bridas y una capucha a la nave de Pedrola, lo golpearon para que les diera las claves de las tarjetas y le quitaron el reloj y el dinero.

Cuando vieron que no lo podían exprimir más, lo llevaron a un camino de frutales y lo abandonaron. Media hora después pasó por ahí un agricultor con un tractor y lo rescató. "Sé que estoy vivo de churro", confesó el navarro en la vista oral.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión