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Dos meses sin columpio adaptado en Miraflores: "Bajamos al parque para ver cómo se columpian los demás"

Los vecinos y usuarios de una de las zonas infantiles del parque Miraflores de Zaragoza denuncian que el Ayuntamiento “se llevó hace 2 meses el columpio porque estaba roto y aún no lo ha repuesto”.

Judit Franco, que tiene una discapacidad intelectual y física severa, junto al espacio que ha dejado el columpio adaptado del parque Miraflores.
Judith Franco, que tiene una discapacidad intelectual y física severa, junto al espacio que ha dejado el columpio adaptado del parque Miraflores.
E.F.

Las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad en su día a día son continuas. Desde bordillos no rebajados, pasando por aceras demasiado estrechas hasta establecimientos no adaptados para la entrada de sillas de ruedas. Las dificultades no solamente están a la hora de caminar por la calle, se encuentran de la misma manera en los lugares de ocio y afectan a la población más sensible como son los niños con discapacidad y las personas altamente dependientes.

Y es que, también en los parques infantiles la discriminación existe porque, aunque cada vez se instalan más equipamientos de juegos adaptados, todavía queda mucho trabajo por hacer.

En Zaragoza hay alrededor de 25 columpios adaptados repartidos en diferentes zonas de equipamientos infantiles de la ciudad. El primero de ellos se instaló en 2018 en el parque de la Aljafería, en el barrio de la Almozara, gracias a los presupuestos participativos. Tras él llegaron otros, en el Jardín de la Memoria, en el barrio de San José, en Valdespartera, Las Fuentes o en el parque de Miraflores, entre otros.

Los vecinos y usuarios de una de las zonas infantiles del parque Miraflores de Zaragoza denuncian que el Ayuntamiento “se llevó hace 2 meses el columpio porque estaba roto y aún no lo han repuesto”.

Es precisamente el columpio adaptado de este último espacio el que ha usado Judith Franco desde que se instaló. Esta mujer zaragozana de 36 años sufre una discapacidad intelectual y física severa y está considerada como gran dependiente. Sus padres y hermanos son quienes la atienden en la casa familiar ayudados por una cuidadora y quienes la sacan a pasear en silla de ruedas por el parque de Miraflores, muy cerca de su domicilio.

“Cuando instalaron el columpio adaptado hace un par de años fue una gran alegría porque hacía ya muchos años que no podía subirse a un columpio ordinario, con lo que le ha gustado siempre que la columpiáramos”, dice Esther Franco, hermana de Judith. “Siempre que podíamos, la traíamos al parque para montarla y, aunque Judit no puede comunicarse, sonreía, reía y veíamos que disfrutaba del suave balanceo en el asiento adaptado con arnés”, recuerda su hermana.

"Judith no puede comunicarse pero sonreía, reía y veíamos que disfrutaba del suave balanceo".
En este vídeo grabado por un familiar puede verse como Judith Franco, una mujer con una discapacidad intelectual y física severa, disfruta con el balanceo suave del columpio adaptado que había hasta hace unos meses en el parque Miraflores de Zaragoza.

Quejas continuas

Sin embargo, solamente un año después de su instalación “se rompió una pieza del anclaje de seguridad y tuve que escribí al Ayuntamiento para informarles”, afirma Esther, que es profesora de secundaria. Ella y sus hermanos se desplazan cada día a casa de sus padres, que ya son mayores, para estar pendientes de Judith y ayudar a la persona que la atiende en el domicilio. 

El consistorio le respondió que remitirían la situación al departamento competente pero Esther tuvo que insistir con otra queja meses después. “Me respondieron informándome de que estaban esperando la pieza rota para sustituirla”, explica. “Nuestra sorpresa fue el pasado mes de agosto cuando llegamos un día al parque y el columpio ya no estaba, así que volví a escribir al consistorio para informarme sobre el tema”, asevera Franco. En su respuesta, el Ayuntamiento informa a Esther de que se ha comunicado “a la empresa concesionaria la necesidad de reponer el asiento lo antes posible”.

Judit Franco, que tiene una discapacidad intelectual y física severa, en el columpio adaptado del parque Miraflores que ha sido retirado..
Judith Franco, que tiene una discapacidad intelectual y física severa, en el columpio adaptado del parque Miraflores que ha sido retirado..
E.F.

Sin embargo, mientras tanto, los usuarios de este equipamiento llevan un año con el columpio roto y “dos meses con él desaparecido. Bajamos al parque con Judith para ver cómo se columpian los demás, porque ella, desgraciadamente lleva mucho tiempo sin poder hacerlo”, se queja su hermana, que volvió a preguntar al Ayuntamiento este mismo mes. “Estoy ya cansada de reclamar y ver que el columpio no vuelve y que, por lo que parece, las personas con discapacidad no tienen derechos”, critica, molesta.

"Estoy cansada de reclamar y ver que el columpio no vuelve. Parece que las personas con discapacidad no tienen derechos"

Víctimas del vandalismo

Por ese motivo, desde la asociación Somos Pera, de familias de personas que sufren una enfermedad rara o de baja prevalencia, insisten en que "hay que concienciar del buen eso de este tipo de elementos. Son instalaciones que puede usar cualquier niño, pero si se rompen, los pequeños con discapacidad ya no pueden montarse en otro columpio,  tienen que esperar a que sean reparados y hay muy pocos en la ciudad", afirman. 

De hecho, desde el Ayuntamiento explican que el columpio del parque Miraflores había sido vandalizado y que “se repondrá cuando haya presupuesto ya que es un tema presupuestario y de suministro de materiales”, apuntan fuentes municipales. Y es que esta situación no es nueva y algunos de estos elementos sufren de vez en cuando actos vandálicos por lo que el Ayuntamiento tiene que retirarlos para repararlos y volver a instalarlos un tiempo después.

Para los niños con discapacidad son elementos fundamentales, no solamente como equipamientos de juego y desde Somos Pera insisten en la importancia, tanto de los columpios como de los parques adaptados, para los niños con discapacidad. “Les ayuda a seguir siendo niños, a tener derecho a jugar, a ser felices, a estar con iguales y a trabajar vestibularmente”, enumeran. 

En este sentido, los movimientos de rotación como los balanceos, los remolinos y los giros ayudan a nuestro cerebro a mejorar en la organización de las informaciones sensoriales y trabajan la movilidad activa, el tono muscular y el conocimiento del propio cuerpo, mejorando la capacidad de atención, de memoria, la motivación y el estado de ánimo de las personas que sufren alguna discapacidad.

Pocos parques adaptados

Desde esta asociación critican la falta de parques adaptados en Zaragoza y ven insuficientes los que hay. “En el centro, las pocas zonas de juegos infantiles que hay no están adaptadas, ni la plaza de los Sitios, ni Gran Vía, ni Sagasta. Tampoco hay parques adaptados en el Actur, ni en Arcosur, ni en la Jota, Vadorrey,  barrio de Jesús, Rosales del Canal, Torrero o La Paz”, enumeran desde Somos Pera. 

Además, ponen de manifiesto que, a pesar de que en algunos parque sí que se hayan instalado este tipo de columpios colgantes con arnés, “no son accesibles a los niños que van en silla de ruedas, que necesitarían otro tipo de columpios con una plataforma, de los que no hay ninguno en toda Zaragoza”, lamentan.

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