La riqueza patrimonial de Villanueva de Huerva, localidad de la comarca de Campo de Cariñena, sigue creciendo gracias a sus yacimientos de fósiles de dinosaurios. El pasado 16 de enero, el responsable del centro local ‘Dinosaurios de Zaragoza’, Jesús Martín, junto a su hijo mayor Adrián, hallaron superficialmente algunos fragmentos de huesos largos de 28 y 30 centímetros que, según los primeros indicios, corresponderían a una especie de saurópodo. Se trata, detalla Martín, de los restos de mayor tamaño encontrados en la provincia de Zaragoza, donde hay constancia de vértebras, pero no de tal envergadura.

«El hallazgo fue totalmente casual. Fuimos a dar un paseo por los roquedales que custodian el pueblo por el este, un lugar donde afloran rocas del Cretácico, pero por el que nunca habíamos pasado», recuerda Martín. En un primer momento vieron un trozo pequeño, suelto entre los cantos, al que no prestaron especial atención. Cuando se iban se produjo la casualidad: «El fuerte viento se llevó mi gorra unos 30 metros. Al regresar de recogerla vimos el primer fragmento largo de costilla que se veía al completo y enseguida el otro», explica.

Martín detalla que esta segunda pieza apenas se distinguía porque estaba cubierta de sedimento blando. «Sentimos una gran satisfacción. Primero, por la casualidad del hallazgo; después, por el tamaño de los huesos, y, tercer lugar, por estar localizados en un lugar alejado de donde se habían encontrado el resto de fósiles de vertebrados del Cretácico inferior en Villanueva». En total, en esta ocasión, se han encontrado tres fragmentos: uno pequeño y dos de 28 y 30 centímetros respectivamente que, probablemente, formaron una misma costilla con unas dimensiones cercanas al metro de longitud.

Al lugar, indica Martín, se le ha atribuido el nombre de San Adrián de Quiñones, una zona por la que pudieron caminar los dinosaurios hace más de 135 millones de años. En este sentido, insiste en que estas piezas son las de mayor tamaño que han aparecido hasta el momento en el municipio zaragozano, que aumenta así su valioso patrimonio paleontológico.

Para la recogida de los restos contaron con la ayuda de dos voluntarios del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, David Marín y Lorién Crespo. Tras poner el hallazgo en conocimiento de Patrimonio del Gobierno de Aragón, se han depositado en el propio Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, donde se ha llevado a cabo el trabajo de preparación y en el que también ha participado, además de Jesús Martín, el director del museo, José Ignacio Canudo.

Martín explica que «las costillas no son huesos demasiado significativos para identificar al género de dinosaurio al que pertenecen, aunque sí se puede conocer el grupo». En este caso, y a falta de un estudio profundo, insiste en que se trataría de una costilla de saurópodo, una especie con cuello y cola largos, considerada los animales terrestres más grandes que han existido en nuestro planeta y que en Aragón cuenta con géneros propios como Aragosaurus, Galvesaurus, Turiasaurus y Tastavinsaurus.

En el caso de Villanueva, Martín apunta que, durante el periodo Cretácico inferior, la zona fue «un ecosistema continental ideal para la proliferación de dinosaurios de todos los grupos existentes en aquel momento en el planeta». Prueba de ello son, sostiene, los numerosos hallazgos de restos fósiles de dinosaurios que se están encontrando en el municipio desde hace más de 30 años.

Los restos fósiles localizados el pasado enero ya están expuestos y se podrán visitar desde el próximo fin de semana en las instalaciones del Centro de Interpretación Dinosaurios de Zaragoza de Villanueva de Huerva. Para acceder es necesario una reserva previa a través de la web www.dinosauriosdezaragoza.com.