Una empresa solicita a los tribunales parar la adjudicación del parquin de Salamero a Indigo

Empark pide medidas cautelares al juez hasta que no se resuelva un recurso contra el segundo proceso de licitación. La ganadora de la concesión ofertó un canon anticipado de 13,7 millones.

Vista del acceso al aparcamiento de la plaza de Salamero desde la avenida de César Augusto.
Vista del acceso al aparcamiento de la plaza de Salamero desde la avenida de César Augusto.
José Miguel Marco

El parquin de la plaza de Salamero, uno de los más cotizados de la ciudad, sigue abriendo frentes judiciales. Tras la decisión del Ayuntamiento de Zaragoza de proponer la adjudicación del estacionamiento a la empresa Indigo, actual concesionaria, la compañía que quedó segunda en el concurso público, Empark, ha acudido al Juzgado de lo Contencioso administrativo número 3 de la capital para solicitar que acuerde medidas cautelares que paralicen el proceso. El motivo es la necesidad de esperar a que se resuelva un recurso previo ante los tribunales.

Para entender este nuevo conflicto jurídico en torno al aparcamiento, hay que tener en cuenta que la concesión demanial ha salido a concurso dos veces. La primera fue en mayo de 2022, cuando el gobierno municipal aprobó el expediente de contratación. La tramitación fue quemando etapas hasta que en septiembre de ese año se produjo la apertura de los sobres con las propuestas de Empark, Indigo y Continental Parking.

No obstante, la comisión técnica de valoración consideró que sería necesario incluir en el contrato la sustitución de la losa de la cubierta y los pilares del sótano 1 de la zona de la avenida de César Augusto. En enero de 2020 se había producido un hundimiento parcial del forjado de la plaza de Salamero, que obligó a su sustitución completa y que propició la reforma de este céntrico espacio urbano.

Sin embargo, la zona de la avenida de César Augusto tenía problemas parecidos a los de la plaza, por lo que la comisión técnica de valoración sostuvo que existía el riesgo de que, con los pliegos en ese momento vigentes, se adjudicara a una empresa que no contemplara la demolición y sustitución de la losa. Por este motivo, se propuso el desistimiento con el objetivo de volver a sacar a concurso la concesión con ese nuevo requisito.

Empark, que concurría en UTE con MLN, presentó un recurso de reposición contra el desistimiento y, tras ser desestimado por el Consistorio, acudió a la vía judicial. Consideró que la mencionada decisión no estaba motivada, dado que consideraba que en el primer proceso de licitación quedaba claro que había de sustituir la losa y los pilares. 

De hecho, Empark propuso la demolición tal y como exigían los informes técnicos elaborados por la empresa Intemac. Por eso, la empresa sostiene que "no había necesidad de volver a licitar el contrato", dado que su oferta ya incluía la renovación de la losa a diferencia, según apunta en su recurso, de las otras empresas.

La compañía adviertió además de que el Ayuntamiento fue más allá de esta cuestión en materia de seguridad y aprovechó para ampliar el objeto del contrato para incluir la recarga eléctrica de vehículos, así como para introducir diversas modificaciones en los pliegos. Empark consideró que su oferta perdía competitividad, dado que se daba la oportunidad a las otras dos empresas de corregir las suyas.

Este recurso se presentó en marzo, mientras se tramitaba el segundo concurso público, al que se presentaron las mismas empresas que a la primera licitación, también Empark.

La ganadora del contrato, a la espera de que se completen los trámites de adjudicación (debe pasar todavía por gobierno), fue Indigo. Ofertó un canon anticipado de 13,7 millones de euros, un 128% sobre el precio de licitación. Empark fue más allá y alcanzó los 15,2 millones, pero al obtener una puntuación inferior en el apartado técnico no se hizo con la concesión.

Ante esto, el pasado 29 de julio, Empark presentó una solicitud de medidas cautelares al juzgado con el objetivo de suspender el proceso de licitación y adjudicación del contrato hasta que no hubiera sentencia. Según la citada licitadora, si se adjudicara de forma definitiva el contrato a Indigo en el caso de ganar el recurso contra el desistimiento la sentencia no tendría efectividad. 

El motivo fundamental es que Indigo completaría las obras conforme a su proyecto, lo que haría inviable ejecutar el contrato inicial en los términos de la primera licitación. El Ayuntamiento prefirió no hacer valoraciones a la espera de la decisión de los tribunales.

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