El quinto contenedor para la recogida de basura orgánica se empezará a implantar en 2024 en Zaragoza

La concejal de Medio Ambiente y Movilidad prepara una campaña informativa para poner en marcha el nuevo servicio por fases.

A la izquierda, el nuevo contenedor marrón, con vehículos y mobiliario de la nueva contrata.
A la izquierda, el nuevo contenedor marrón, con vehículos y mobiliario de la nueva contrata.
José Miguel Marco

El mayor cambio que va a experimentar el contrato de limpieza urbana y recogida de basura, que puso en marcha el pasado mes de marzo la concesionaria FCC, tendrá lugar en 2024. El nuevo año será el momento para iniciar la implantación por fases del quinto contenedor, el marrón, que servirá para lograr la separación de los residuos orgánicos del resto.

Este fue el principal anuncio de la nueva concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, que ayer compareció en la comisión de su Área para dar cuenta de sus objetivos de gestión durante la actual corporación. Además del contenedor marrón, Gaudes hizo hincapié en la política medioambiental, con el objetivo de que Zaragoza sea una ciudad climáticamente neutra. Hay que tener en cuenta que su Área, que sustituye a Servicios Públicos, asume Medio Ambiente.

Retraso sobre lo previsto

El anuncio de Gaudes supone un ligero retraso sobre las previsiones actuales, que fijaban en octubre el momento del inicio de la prestación. No obstante, la responsable municipal explicó que si es posible se tratará de adelantar el proceso a noviembre o diciembre para llegar antes de Navidad. Esta transición será compleja, dado que supone un cambio sustancial de costumbres, por lo que requerirá de un amplio trabajo de información.

Está previsto que en un principio estos contenedores estén abiertos y que después se tengan que utilizar con una tarjeta, para evitar que los ciudadanos depositen un alto grado de impropios y garantizar una correcta separación de los residuos. «Nuestro principal objetivo a corto plazo es la recogida de materia orgánica. Queremos que el contenedor llegue a toda la ciudad en 2024», afirmó Gaudes, que también citó la nueva planta que se quiere construir en el centro de tratamiento de residuos para que Zaragoza sea cero residuos.

Al margen de la cuestión de la basura, Gaudes apuntó otros asuntos, como los contratos pendientes. En este sentido, dijo que el de mantenimiento de riberas y zonas verdes periurbanas está en licitación. Habló de una ciudad amigable con los animales, con la ampliación de las zonas de suelta de perros, y de la renovación de los parques infantiles.

Defendió mantener el Bosque de los Zaragozanos, con la tercera campaña de plantación. Destacó que a final de año estarán en circulación los 68 buses eléctricos adquiridos con fondos europeos, a los que se sumarán 40 más, y que la flota se ampliará con dos nuevos tranvías. También anunció la puesta en marcha de un servicio de bicicletas eléctricas de alquiler. Cerró su intervención con uno de los asuntos que quedaron pendientes en la anterior corporación: la aprobación de la ordenanza de movilidad.

La responsable municipal pasó de puntillas sobre dos de las cuestiones clave que quedaron pendientes la pasada corporación: la nueva contrata del bus urbano y la reordenación de líneas. Respecto al primer asunto no dio plazos para la adjudicación de la nueva contrata, que expira el próximo mes de agosto. El concejal de Movilidad, Miguel Ángel García Muro, habló de la nueva línea circular y del servicio a Plaza y el aeropuerto, que se pondrá en marcha en otoño.

La nueva contrata

La izquierda le recordó estas dos cuestiones, así como la huelga del bus urbano vivida entre 2021 y 2022 y los incidentes de los últimos días en los autobuses, con cuatro vehículos incendiados. «No quieren acometer la línea 2 del tranvía. Entonces explíquenos cómo pretenden mejorar el servicio a los ciudadanos del eje este oeste», dijo el edil socialista Chema Giral, que exigió a Gaudes que aclare si va a subir el precio del bus en 2024, cuando expiren las bonificaciones actuales. Reclamó además la zona de bajas emisiones y exigió un trato equitativo para los parques y plazas del centro y los barrios.

David Flores, de Vox, centró su intervención en la necesidad de mejorar la seguridad vial y acusó al PP de ser «continuista» con las políticas de movilidad de la izquierda. En un discurso en el que consideró que la lucha contra el cambio climático responde «a una visión apocalíptica del mundo de los partidos de izquierdas».

Frente al «negacionismo climático», Elena Tomás, de ZEC, reivindicó la extensión de la red de carriles bici de la ciudad y la movilidad sostenible. Exigió al PP que licite la nueva contrata del bus y del estacionamiento regulado.

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