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Acusan a un profesor de piano de Zaragoza de abusar de un alumno de los 12 a los 14 años
El acusado, que se enfrenta a 6 años de cárcel, niega la versión del menor, pero las psicólogas forenses la consideran creíble.
La Audiencia Provincial sentó ayer en el banquillo de los acusados a un profesor de piano de Zaragoza por los supuestos abusos sexuales a los que sometió a uno de sus alumnos desde los 12 a los 14 años. El investigado, Luis Ramón L. M., que ahora tiene 64 años, negó ayer la versión del denunciante, quien ya ha cumplido los 17. Sin embargo, las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) que se entrevistaron en su día con la víctima llegaron a la conclusión que sus explicaciones eran creíbles.
La Fiscalía calificaba inicialmente los hechos como un delito continuado de abusos sexuales a menores por el que solicitaba para el encausado seis años de prisión y otros seis de libertad vigilada, así como una orden de alejamiento e incomunicación con la víctima durante el mismo tiempo. Tras escuchar los testimonios del acusado y el menor en el juicio, mantuvo la petición de condena y propuso una indemnización de 12.000 euros por daños morales.
Según denunció entonces la familia del chico y ratificó ayer él ante el tribunal de la Sección Primera, los supuestos abusos sexuales se produjeron desde mayo de 2018 hasta bien entrado 2019. Según el menor, fue en 2015 cuando empezó a asistir a clases de piano en un centro de estudios musicales de la capital aragonesa, pero durante los dos primeros cursos no hubo ningún problema.
El acusado impartía al chaval una clase individual los jueves a primera hora de la tarde, cuando no había nadie más en el centro. La secretaria era la primera en llegar y lo hacía 15 o 20 minutos de que terminaran. Según relató el denunciante, la primera vez que Luis Ramón L. M. se aprovechó sexualmente de él fue en mayo de 2018, cuando le bajó los pantalones y le metió la mano por debajo de la ropa interior. Después, continuó la clase como si nada.
Fianza de 7.000 euros
Según el menor, a partir de ese día, el profesor repitió la misma conducta de manera habitual. Al parecer, el acusado le decía que si quería comer caramelos de los que había en el centro y a él le gustaban tenía que bajarse los pantalones. En otras ocasiones, el chico dice que el investigado se sentaba a su izquierda cuando tocaba el piano y le sometía a tocamientos.
Al cumplir los 13 años, la alumno se planteó la naturaleza sexual de aquellas conductas, pero se sintió incapaz de poner fin a las mismas. Hasta que finalmente salieron a la luz y dieron lugar a la detención del profesor, que evitó el ingreso en prisión previo pago de una fianza de 7.000 €.
