Zaragoza revisa infraestructuras y hace frente a unos destrozos que se prevén "millonarios"
La búsqueda de una solución para el colegio de Parque Venecia se convierte en una prioridad.
La resaca de la histórica tormenta que descargó el jueves sobre Zaragoza se prevé larga. Por el momento se ha descartado lo más importante, que haya víctimas mortales. Los equipos de salvamento estuvieron supervisando a conciencia durante toda la noche el caótico tramo del Tercer Cinturón donde el agua arrastró decenas de vehículos así como otras zonas anegadas de la ciudad, ya que se temía que pudiera haber algún desaparecido o atrapado.
Uno de los puntos sensibles era el supermercado de Lidl del barrio de Parque Venecia, donde el agua entró con tal virulencia que obligó a los clientes a subirse a las cajas registradoras. Como informó HERALDO, el establecimiento cuenta con dos ascensores para acceder al garaje y los Bomberos no podían descartar que alguna persona se hubiera quedado dentro al bajar con la compra. A primera hora de ayer, desde el Consistorio se confirmó que tampoco allí había que lamentar daños personales.
De las diez personas rescatadas y trasladadas a hospitales, solo una mujer de 50 años permanecía este viernes en la uci, pero no existe riesgo vital. Por lo tanto, todos los esfuerzos se centran ahora en recuperar los servicios básicos, garantizar la seguridad de edificios e infraestructuras y reabrir las vías que quedaron impracticables por la lluvia y el barro acumulado.
Unos 200 efectivos de Bomberos, Policía y FCC trabajaron sin descanso durante la madrugada del viernes para restaurar una cierta normalidad. Según fuentes municipales, las primeras inspecciones de los técnicos permitieron constatar que no hay daños estructurales en los equipamientos públicos, pero las labores de limpieza llevarán días.
Los daños materiales serán "millonarios", según adelantó la alcaldesa, Natalia Chueca, que habló de una tormenta "sin precedentes". Como ella misma reconoció, una de las prioridades ahora es el colegio de Parque Venecia. El CEIP María Zambrano ha quedado arrasado, y aunque sus pilares han resistido la fuerza de las lluvias, las puertas, las paredes y el mobiliario están destrozados.
Una polémica ubicación
Lo sucedido ha reabierto el debate sobre su ubicación. Situado en pleno lecho del barranco, son muchas las familias y vecinos de la zona que piensan que el centro debería ser trasladado a otro punto del barrio. Solo unas horas antes de la fuerte tromba de agua, decenas de niños disfrutaban de unas colonias de verano, por lo que las consecuencias podrían haber sido fatales.
Sin embargo, la reubicación del colegio no entra por ahora en los planes del actual Gobierno de Aragón, ahora en funciones, que anunció que actuará de urgencia para que los daños puedan estar reparados de cara al inicio del nuevo curso en septiembre.
Las brigadas municipales también estuvieron trabajando en el centro deportivo de Valdefierro. El muro que lo separa del colegio se desplomó y provocó un movimiento de tierras que hizo que se temiera por la posible caída de uno de los postes de luz sobre el centro escolar, por lo que se decidió compactar el terreno.
La tormenta también provocó serios daños en el camino de la Fuente de la Junquera, que conecta Zaragoza con Cuarte, y donde el asfalto se quebró por varios puntos. Según fuentes del Ayuntamiento, en la carretera de Torrecilla de Valmadrid se tuvo que hacer también un desvío alternativo para permitir el paso de los camiones de la basura hacia el vertedero.
Los Bomberos siguieron trabajando a destajo todo el día para atender todo tipo de incidencias: alrededor de 400 desde el jueves. A última hora de la tarde se logró reabrir al tráfico dos de los carriles de la Z-30. El tramo comprendido entre la rotonda de acceso a la Z-40 y la glorieta de la calle del Zafiro con la intersección de la avenida de la Policía Local recuperó la normalidad sobre las 19.00, mientras que el de la carretera de Castellón hacia el cementerio siguió cortado al requerir una mayor limpieza.
Junta Local de seguridad
La gravedad del episodio hizo que el Ayuntamiento solicitase la convocatoria de una Junta Local de Seguridad que se celebrará el lunes en la Delegación del Gobierno. Allí podría hacerse una primera estimación de daños y se planteará la necesidad de ayudas para hacer frente a los destrozos.
También se siguió trabajando desde el Centro de Coordinación Operativa, que volvió a reunirse y acordó activar por primera vez el sistema ES-Alert para avisar a las localidades aragonesas, especialmente en la mitad norte, en las que había más riesgo de tormentas.
Los vecinos de la avenida de Navarra urgen el nuevo colector
Los vecinos de la avenida de Navarra urgieron este viernes a acelerar el nuevo colector previsto en la tercera fase de la reforma proyectada por el Ayuntamiento de Zaragoza. El actual, aseguran, se ha quedado pequeño, y no solo por las escenas vividas el pasado jueves, sino por las inundaciones que han venido registrándose en los últimos años, como ocurrió ya en 2018. "Nos consta que se ha hecho un estudio hidrológico y que el nuevo se ha dimensionado teniendo en cuenta todo el agua que se recoge en esa zona", explicaba ayer Manuel Alonso, portavoz del colectivo vecinal.
Sus integrantes piden que los trámites de la tercera fase se inicien antes de terminar la segunda para evitar más problemas. "Con trombas como la de esta semana es imposible que no haya problemas, pero así, al menos, podrían subsanarse las afecciones más importantes", razonó.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Vecinos Manuel Viola, José Luis Zúñiga, adelanto que esta próxima semana pedirán una reunión a la alcaldesa para tratar este y otros temas. "No puede ser que cada vez que cae un poco de agua estemos así", aseveró.
