El granizo vuelve a dejar daños en varias zonas de Calatayud y Daroca

La tarde de tormentas descargó pedrisco en localidades como Munébrega, Moros, Cetina, Alarba, Olvés y Luesma, donde todavía no se pueden estimar los daños.

Pedrisco recogido en la localidad de Moros durante la tarde de este jueves
Pedrisco recogido en la localidad de Moros durante la tarde de este jueves
H. A.

La tarde de tormentas en la Ibérica zaragozana ha dejado esta tarde daños por granizo en varios puntos de las comarcas Comunidad de Calatayud y Campo de Daroca, con afecciones desiguales, ya que en pocos kilómetros la cantidad de agua y de pedrisco era totalmente diferente. De igual forma, los agricultores de la zona todavía no se aventuraban a hacer una evaluación de los daños, para lo que a lo largo de mañana volverán a salir a sus fincas. En el caso de la demarcación bilbilitana, el pedrisco de gran tamaño se dejaba ver en Moros, principalmente, aunque el daño era desigual.

Por cantidad, la zona entre Munébrega, Olvés y Castejón de Alarba salía la peor parada. "Ha cogido bastante término y hay daños en melocotón, cereza…", enumeraba el alcalde de la primera localidad y también fruticultor, José Félix Lajusticia. En Olvés, Ángel Morlanes, en una primera aproximación también consideraba posibles daños: "Es lo que nos faltaba".

Granizo en Munébrega
Ignacio Lajusticia Santacasilda

El rastro de la tormenta seguía hasta las fincas de Alarba, donde José Miguel Morlanes explicaba que la afección era "desigual". "Ha caído granizo seco y he visto algunos granos de uva rotos, ciruela… Pero es difícil decir todavía el alcance que ha tenido, es demasiado pronto", explicaba a última hora de la tarde. En Morata de Jiloca, su primer edil y también agricultor, Miguel Langa, señalaba que "repercute principalmente en la manzana y la cereza".

Pedrisco recogido en la localidad de Moros durante la tarde de este jueves
Pedrisco recogido en la localidad de Moros durante la tarde de este jueves
H. A.

También en Carenas descargaba con intensidad, en zonas puntuales de Ariza, Sisamón y Cabolafuente, y en Cetina. En esta última, su regidor, Hilario González, reconocía que la piedra había caído "en poco rato y con mucha agua" y que los vecinos todavía estaban estimando los posibles daños.

Ya en el Campo de Daroca, la tormenta también llegaba pero en dos tandas. "La primer ha sido con granizo seco y en la segunda parece que se acababa el mundo: agua, granizo y viento", señalaba Juan Mainar, alcalde de Luesma. En su caso, estaban cosechando en la vecina Herrera y "allí solo habían caído ocho litros, suave y solo agua". "No vamos a poder coger nada, porque con tanta agua todo está cada vez más verde y con más hierba", detallaba.

"Es un desastre, porque los costes se han encarecido por tres y las ayudas que han dado son escasas y mal ejecutadas", lamentaba Mainar.

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