Viviendas
Fiebre de la rehabilitación de viviendas en Zaragoza: "Con 83 años y sin ascensor llegaba exhausto a casa"
Un zaragozano cuenta las necesidades que ha tenido de renovar su casa para poder vivir en mejores condiciones.
Para Celso Pardo, vecino del número 13 de Peña Oroel, tener ascensor era "una necesidad". "Vivo en un segundo y llegaba exhausto a casa", reconoce. El suyo es uno de los bloques que se han sometido a un exhaustivo proceso de rehabilitación.
Él es uno de los 6.000 beneficiarios que en los últimos años ha recibido ayudas del Ayuntamiento de la capital aragonesa para poner a punto su hogar. En total, la sociedad municipal Zaragoza Vivienda ha entregado subvenciones por valor de 28 millones, que se han traducido en una inversión global de 59 millones.
Para las obras, por las que están pagando "unos 200 euros al mes", han contado con ayudas públicas. Comenzaron en 2021, y aunque van "con seis meses de retraso", pronto estarán acabadas. "Las entregarán en cuestión de días. También han cambiado puertas y ventanas y han hecho mejoras en el tejado. Todo el que pasa por aquí dice que el resultado es fantástico", señala.
Pero lo mejor, asegura Pardo, es que apenas han sufrido molestias. "Llevar el ascensor a la fachada sur y no al patio ha permitido hacer vida normal", dice este vecino de Balsas de Ebro Viejo.
En estos momentos, "hasta 15 bloques" del barrio están en "diferentes fases" del proceso de rehabilitación. "Dos tienen las obras ya terminadas, cinco o seis están ejecutándolas y el resto están en vías de conseguir la financiación necesaria", indica la presidenta de la Asociación de Vecinos de Balsas de Ebro Viejo, Esther Blasco.
Lo más positivo, afirma, es que la gente "se está implicando". Tanto que el ritmo adquirido gracias a las ayudas hará que el barrio "cambie de aspecto en apenas ocho o diez años". "Antes, muchos vecinos, ya mayores, se veían obligados a marcharse a casa de sus hijos y alquilar su vivienda, pero pronto ya no será necesario", expone.
