Zaragoza recorta 75.000 habitantes a Sevilla en 20 años y roza ser la cuarta ciudad más poblada

Zaragoza mantiene una silenciosa pero constante remontada para convertirse en la cuarta ciudad más poblada del país. La distancia con Sevilla, que ocupa actualmente ese puesto, se ha reducido en casi 75.000 habitantes en las últimas dos décadas, y según el censo que hizo público hace unos días el INE, la capital aragonesa se encuentra a solo 8.988 empadronados de materializar el ‘sorpasso’. El Ayuntamiento confía en la atracción de empresas y en la alta calidad de vida que ofrece el municipio para seguir ganando población, pese a que en los últimos años, tras la pandemia y una depuración estadística, se ha frenado la tendencia al alza. En todo caso, la frontera de los 700.000 vecinos, que daría más financiación y dos concejales extra, todavía se mantiene lejana.

En la capital aragonesa residen oficialmente 673.010 personas, frente a las 681.998 empadronadas en la andaluza. Pero su evolución ha sido totalmente dispar. Sevilla inició un fulgurante aumento de población a raíz de la Expo de 1992 que culminó tres años después alcanzando un techo de 719.500 habitantes. Desde entonces, su censo ha ido adelgazando poco a poco hasta la cifra actual, en especial tras la anterior recesión económica y, como en el conjunto del país, por la pandemia.

El crecimiento de Zaragoza, en cambio, se agudiza con el cambio de siglo, gracias a los desarrollos urbanísticos de la ciudad y al abrigo de la Expo de 2008. También sufrió los achaques de la crisis del ladrillo y de la covid, pero la diferencia con su ‘rival’ no ha dejado de acortarse. De hecho, en los últimos 20 años, Sevilla ha perdido casi el 4% de su población, la que más de las grandes capitales, seguida de Bilbao (-2,67%), ambas con áreas metropolitanas de expansión muy potentes.

En cambio, el censo de Zaragoza ha crecido en ese periodo de tiempo un 7,5%, la segunda que más, solo superada por Murcia (que aumenta un 18,3% su población), y por delante de Madrid (6%), Málaga (5,8%) y Barcelona (3,3%).

Gentrificación y entorno

La principal diferencia entre Zaragoza y Sevilla se encuentra en sus áreas metropolitanas. Los principales núcleos del entorno de la capital aragonesa son Utebo y Cuarte de Huerva, y entre ambas no suman 35.000 habitantes, mientras que solo Dos Hermanas, limítrofe con la capital andaluza, cuenta con casi 140.000 vecinos y una tendencia al alza sostenida en la última década.

Ángel Pueyo, director de la cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica de la Universidad de Zaragoza, recuerda que, a diferencia de otras grandes urbes, la capital aragonesa "tiene un término municipal muy extenso, de los mayores del país". Así, el Ayuntamiento dispone, como hizo con Valedespartera y Arcosur, de terreno de sobra para ofrecer suelo y vivienda a los nuevos pobladores.

Parece algo evidente, pero no ocurre en otras ciudades. En Málaga, una de las capitales con mayor atracción de empleo y actividad de los últimos años, sufren la falta de vivienda. Su gobierno municipal busca fórmulas para impulsar nuevos desarrollos urbanísticos que den respuesta a la alta demanda inmobiliaria. Y en Valencia, indica Pueyo, «tienen un conflicto entre su escaso espacio de huerta y el crecimiento de la ciudad».

A todo ello se suma un factor con un limitado efecto en Zaragoza, al menos hasta la fecha, pero muy presente en el resto de grandes ciudades. Se trata de la conversión del parque inmobiliario en viviendas turísticas, que están alejando a los residentes habituales hacia localidades cercanas en el conocido fenómeno de la gentrificación. Mientras en Madrid y Barcelona superan los 15.000 pisos de este tipo, y en Sevilla los 6.000, la capital aragonesa apenas ha restado algo más de 900 inmuebles a su oferta residencial.

Atracción de empresas

Para tratar de dar el salto definitivo, el Ayuntamiento de Zaragoza apuesta por generar empleo y oportunidades con la atracción de empresas. El gobierno PP-Cs recuerda que ha impulsado un Plan Fiscal de Atracción de Inversiones para quienes generen puestos de trabajo en la ciudad, y destaca los "900 millones de euros a medio plazo" en inversiones comprometidas con firmas como Becton Dickinson, Grupo Saltoki o Grupo Quirón. «Junto a Pontoneros, Mercazaragoza y TMZ son ejemplos de que se van a crear, a corto plazo, más de 2.700 empleos directos», apuntan.

El Consistorio se agarra, además, a los buenos resultados del barómetro de calidad de vida, que indica que el 95,5% de los zaragozanos están satisfechos de vivir en su ciudad, la cuarta cifra más alta de toda Europa. Con estos atractivos y el efecto acogida de la población extranjera –factor clave en la demografía actual– se busca compensar la alta mortalidad de los últimos años y una tasa de natalidad (7,3 nacimientos por cada mil habitantes) inferior a la de Madrid o Sevilla, por poner dos ejemplos. Solo así se logrará superar la barrera de los 700.000 habitantes, que permitiría lograr más financiación y aumentar la corporación municipal en dos concejales.