zaragoza

Diez años de cárcel por abusar de la menor que acogía los fines de semana

El hombre cuidaba de la joven, de 15 años en el momento de los abusos, gracias a un acuerdo con el IASS.

El acusado, junto a una de las testigos y su letrada.
El acusado, junto a una de las testigos y su letrada.
HERALDO

Armando Hernando Mainar ha sido condenado a diez años y un día de cárcel por un delito de abusos sexuales contra una menor de edad a la que acogía puntualmente los fines de semana a mediante un acuerdo con la Subdirección de Protección a la Infancia y Tutela del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS). La Audiencia de Zaragoza entiende que ese acogimiento era una situación afín a la adopción, por lo que el procesado «tenía de facto claro ascendiente sobre la menor», que en el momento de los abusos tenía 15 años frente a los 60 del hombre.

El propio condenado explicó a una funcionaria del IASS los tocamientos a los que había sometido a la niña. Esta le trasladó su preocupación porque había mantenido relaciones completas con otro menor sin tomar precauciones. Circunstancia que aprovechó el encausado para, según detalla el fallo, «introducir sus dedos» y «lamer» los genitales de la víctima bajo el pretexto de saber si la joven estaba en cinta.

La menor narró lo sucedido a las trabajadoras del centro de acogida de Zaragoza donde vivía entre semana, de igual modo que a las psicólogas del IMLA, a la Policía y en sede judicial. Su relato fue coherente en todo momento, pese al paso del tiempo entre ellos.

Los abusos le provocaron, tal y como explican los informes oficiales, «daño moral por la pérdida de confianza y esperanza de encontrar vida afectiva familiar estable», así como «un agravamiento de su estado previo de trastorno por estrés postraumático como consecuencia de los malos tratos y abusos sexuales sufridos en su infancia temprana».

Durante el juicio, el acusado negó los tocamientos y las insinuaciones, que habrían tenido lugar hacia febrero de 2018. Según expuso la joven, el condenado le envió una foto de sus genitales a través de una aplicación móvil, le compró lencería y le mostró pornografía en un descampado al que la llevó en su coche. También afirmó que la misma tarde en que le enseñó la grabación sexual la llevó a su casa y, aprovechando que ellaa se dio una ducha, la abordó cuando se vestía y le tocó sus genitales.

La chica relató ante el tribunal que se sentía acosada por el adulto después de haberle acusado ante sus educadores. Afirmó que la seguía al gimnasio y que, «cuando levantaba la persiana por las mañanas, su coche estaba ahí». También que «amenazó» a su novio para que no se acercara a ella.

Además de la pena privativa de cárcel, Armando Hernando deberá indemnizar a la menor con 12.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Asimismo, se le impone la medida de libertad vigilada durante un plazo de siete años, que deberá cumplir una vez termine su condena privativa de libertad. La medida de libertad vigilada consistirá en la asistencia a programas de educación sexual.

Amenazas a una prostituta

El abuso sexual por el que ha sido condenado podría no ser el único que lleve a Armando Hernando al banquillo. El hombre también fue detenido en octubre del año pasado por, presuntamente, amenazar con un pistola de balines a una prostituta que ejerce en el polígono Cogullada. Al parecer, le habría prestado alrededor de 250 euros con la promesa de que se los devolvería cuando empezase a trabajar tras la pandemia. Pero al poco tiempo regresó a la zona para exigir a la mujer, de la que al parecer era cliente habitual, que le devolviese el dinero. Esta avisó a la Policía en un descuido del detenido.

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