Quejas por los coches aparcados en el recreo del instituto

Dónde se puede aparcar el coche es motivo de polémica no solo en La Aljafería. En el instituto Pedro de Luna de Zaragoza, un padre acaba de iniciar una campaña de recogida de firmar para pedir que se prohiba aparcar vehículos en el patio de recreo.

Ricardo García Sanz, padre de un alumno del centro, denuncia que uno de los patios del instituto es ocupado diariamente por coches particulares y pide a la DGA que intervenga para corregir esta situación. Este padre destaca en su queja en Change.org "el peligro" de que coches y alumnos compartan espacio físico. También señala que este aparcamiento es un "mal ejemplo de sostenibilidad" y puede favorecer "conductas inapropiadas" de algunos alumnos.

Muchos colegios e institutos tienen un lugar reservado para el aparcamiento de vehículos particulares de profesores y personal del centro. Pero, en este caso, ante la falta de espacio del instituto de la Magdalena, la zona de aparcamiento está en un patio de recreo, sin separación entre vehículos y alumnos.

"El aparcamiento de coches reduce el espacio físico para el verdadero cometido de un patio de recreo, que es el esparcimiento y la socialización de los alumnos. Los coches pueden ser usados durante el horario del recreo para esconderse de la vista de los profesores, favoreciendo conductas inapropiadas en un centro educativo, como fumar, agresiones o tocamientos", afirma Ricardo García.

Este padre añade que el humo de los tubos de escape contribuye a ensuciar las paredes y el suelo del patio. Y apunta que en alguna ocasión algún profesor ha realizado maniobras con el coche coincidiendo con la hora del recreo. "No es consecuente que en clase de ciencias les hablen a los alumnos del cambio climático y del efecto invernadero provocado, entre otras cosas, por los desplazamientos en vehículos a motor, y a continuación salgan al patio y lo vean lleno de coches. No es un buen ejemplo de sostenibilidad", añade.

"Solo para situaciones imprescindibles"

Por su parte, la dirección del instituto niega que sea un aparcamiento de uso generalizado. "En el centro trabajamos 90 profesores y 15 personas de personal no docente, y el aparcamiento tiene un uso muy limitado para situaciones imprescindibles. Por las mañanas suele haber menos de diez coches aparcados. Lo usan algunos profesores que viven fuera de Zaragoza, porque en el entorno del instituto no hay zonas de aparcamiento. Y operarios que vienen a hacer algún trabajo en el centro. O cuando hay que cargar materiales, como del grupo de teatro. Y las entradas y salidas de los vehículos nunca se hacen coincidiendo con los recreos. Es una decisión aprobada en el Consejo Escolar y somos muy escrupulosos en su cumplimiento", explica Sofía Pardo, directora del IES Pedro de Luna.

El instituto es un centro antiguo y tiene problemas de falta de espacio. Los alumnos a partir de 3º de la ESO pueden salir del centro en los recreos (con permiso de las familias). Los alumnos de 1º y 2º de la ESO permanecen en el centro, en dos patios diferenciados. Los pequeños son los que usan el patio en el que también hay coches aparcados bajo el edificio. Hay dos recreos: de 10.55 a 11.20 y de 13.05 a 13.20.

El malestar de algunos padres con este tema no es nuevo. "El curso pasado, tres padres presentaron un escrito y hablamos el tema. No ha habido ningún problema con los coches aparcados. Hay profesores de guardia en los recreos y pusimos un profesor más para vigilar esta zona", añade la directora.

La asociación de padres y madres llevó este tema el curso pasado al Consejo Escolar, donde se aprobó aumentar la vigilancia en el patio, que se hiciera un uso limitado del aparcamiento, y nunca en horario de recreo o de clase de Educación Física. "Estamos muy vigilantes para que se cumpla lo que se acordó. No ha habido ninguna queja ni denuncia por agresiones o conductas inapropiadas en la zona de los coches. Son las opiniones personales de un padre", afirman desde la asociación de padres y madres del centro, molestos con cómo se ha difundido esta queja en Change.org.