Absuelto el acusado de secuestrar y agredir a un anciano en el Arrabal

La Audiencia recuerda que fueron dos los asaltantes y que la víctima solo pudo identificar sin dudas al que está huido.

La falta de pruebas incriminatorias contra Rafael S. I. ha impedido a la Audiencia de Zaragoza condenarle por el secuestro, la agresión y el intento de estafa del que fue víctima un anciano al que dos hombres intentaron engañar con el viejo timo del tocomocho. El tribunal reconoce que los delitos se cometieron, pero recuerda en su sentencia que la única persona a la que el denunciante identificó sin ningún género de dudas es Javier P. S., quien actualmente se encuentra en paradero desconocido.

Los hechos que dieron lugar al juicio celebrado esta semana en la Audiencia Provincial se produjeron sobre las 12.30 del 15 de octubre de 2014. Con la excusa de preguntarle por una calle a la que tenía que ir a cobrar unos boletos de la ONCE, una persona abordó a la víctima en la plaza de San Gregorio, en el barrio del Arrabal. Como marca el ritual de este popular engaño, acto seguido el desconocido ofreció los cupones premiados al anciano a cambio de una cantidad de dinero. Poco después apareció el habitual compinche, que interesándose también por los mencionados boletos logró despertar el interés del a la postre denunciante.

El anciano no llevaba dinero encima, por lo que decidió acudir a una sucursal del barrio a hacer un reintegro de 6.000 euros. Como no portaba la libreta de ahorros, no consiguió que le dieran esta cantidad. Sin embargo, el hombre se desplazó después a la entidad con la que normalmente trabaja y consiguió hacer el reintegro.

El portador de los supuestos boletos premiados y su cómplice le habían dicho que lo esperaban en la plaza de San Gregorio, por lo que allí acudió la víctima con el dinero. Estas dos personas le invitaron a subirse a su vehículo, a lo que el anciano aceptó. Pero en el momento que le pidieron que añadiera sus billetes a los del segundo supuesto comprador, este receló y pidió que le llevaran a su casa.

Abandonado en la carretera

Lejos de satisfacer los deseos del vecino del Arrabal, el tribunal recuerda en su sentencia que los asaltantes continuaron circulando en su coche por la diferentes calles de la ciudad en un recorrido que concluyó a la altura del kilómetro 307 de la autovía de Madrid (A-2). Fue precisamente en este lugar donde abandonaron a la víctima después de agredirle y robarle no solo los 6.000 euros, sino también un anillo valorado en 160 euros.

Los magistrados de la Sección Sexta concluyen que, efectivamente, el hombre fue víctima de una detención ilegal, un delito de robo con violencia y una falta de lesiones. De hecho, esta era la calificación de los hechos que mantenía la acusación particular, a cargo del letrado Santiago Palazón. Sin embargo, por los motivos antes mencionados, la Sala reconoce que no puede dictar un fallo condenatorio.

En cualquier caso, la causa podrá volver a reabrirse contra el asaltante que sí fue identificado por la víctima en el momento que sea localizado. Será entonces cuando pueda ser juzgado por estos hechos.

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