Los tendederos salvan la vida a un niño tras caer desde un séptimo piso en Torrero
Las cuerdas amortiguaron la caída del menor, de 10 años, que anoche seguía ingresado en la uci en estado grave.
El efecto amortiguador de la cuerdas de los tendederos evitó ayer que la caída al vacío de un niño de 10 años desde la ventana de un séptimo piso de un edificio del barrio de Torrero tuviera consecuencias fatales. En cualquier caso, las lesiones sufridas por el menor fueron bastante graves y al cierre de esta edición permanecía ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Infantil de Zaragoza.
Según fuentes de la Policía Nacional, el suceso se produjo sobre las dos de la tarde en una vivienda del número 19-21 de la calle de Fray Julián Garcés. La primera hipótesis que barajan los investigadores es que el niño se precipitó por la ventana cuando se encontraba jugando, aunque estos esperaban a poder hablar con su madre para confirmarlo. Al parecer, la mujer se encontraba también en el piso cuando se produjo el accidente, pero sufrió una crisis nerviosa que obligó a trasladarla a un centro hospitalario.
El padre del menor estaba trabajando en el momento de la caída, por lo que fue avisado enseguida para que acudiera de urgencia a su domicilio. Allí le explicaron lo que había pasado y le hicieron entrega de sus otras dos hijas, que parece que también se encontraban en el piso cuando su hermano se precipitó al vacío. Lo que trata de aclarar ahora la Policía es qué estaba haciendo el niño o dónde estaba subido para que pudiera caerse por la ventana desde tanta altura.
Los primeros en prestar asistencia médica a la víctima fueron los Bomberos de Zaragoza, que encontraron al niño tendido en un pequeño patio de luces interior. Cuando llegaron, el chico estaba consciente pero muy dolorido, por lo que decidieron sedarlo para trasladarlo rápidamente en ambulancia al Hospital Infantil. "Parece que ha caído de pie y eso podría haberle salvado, pero nos han dicho los compañeros que tenía graves policontusiones", explicaban ayer desde la central del 080. Desde el Gobierno de Aragón, se limitaron a confirmar que la víctima estaba ingresada en la uci con pronóstico reservado, sin poder precisar las lesiones sufridas.
Los bomberos calculan que la altura desde la que se precipitó el menor podría rondar los 20 metros, pero el hecho de que este fuera golpeándose contra las cuerdas de los tendederos y que la caída fuera de pie resultaron providenciales. Habrá que esperar en cualquier caso a ver cómo evolucionan las lesiones y si el accidente le deja algún tipo de secuela.
Los vecinos del edificio se mostraban este lunes muy sorprendidos y apenados por lo ocurrido, pero coincidían en destacar como positivo el hecho de que sobre el pavimento del patio de luces ni siquiera hubiera un rastro de sangre.
