Una planta a cambio de una historia de cuidados en el barrio

Ejemplos reales de relación y ayuda que se tejen entre los vecinos y en las entidades del Casco Histórico de Zaragoza se recogen dentro del proyecto ‘Cuidando la comunidad’.

Intercambio de plantas por historias de cuidados
Una planta a cambio de una historia de cuidados en el barrio
Proyecto 'Cuidando la comunidad'

“María, mi vecina del tercero que tiene 90 años, venía a prepararme la comida y a hacerme compañía cuando me operaron del corazón”. “Yo compro en el comercio local, quiero apoyar los negocios de mis vecinas y vecinos”. “Tengo una vecina que me ayuda a sacar la basura y me prepara la medicación. También me ayuda con las inyecciones”. Estos tres testimonios son tres historias de cuidados reales protagonizadas por personas residentes en El Gancho.

Ejemplos como los anteriores se recogieron el pasado 25 de junio en un puesto instalado en la calle durante las fiestas del barrio. En él se intercambiaban plantas por relatos similares de los vecinos, que fueron escritos o grabados hasta sumar más de una veintena. Tal cita se enmarca dentro del proyecto de investigación ‘Cuidando la comunidad’, en el que participan el CSC Luis Buñuel, el Grupo de participación comunitaria del Centro de Salud de San Pablo y Amediar.

Esta iniciativa nació de la Comisión de cuidados del Luis Buñuel y tras proponer la actividad a los presupuestos participativos del distrito del Casco Histórico, se ha puesto en marcha en junio. Su reto: dar visibilidad a los cuidados que se gestan en el Casco y, especialmente, en el barrio de San Pablo.

Para ello, se hallan en la búsqueda de historias en las que la escucha, el apoyo, la comprensión, la confianza o la ayuda mutua son el centro de la relación. Sirven las historias de “vecinos que echan una mano a las personas mayores al ir a hacer la compra, arreglarles la televisión o hacerles compañía, de quienes ayudan en el cuidado de los niños, hacen favores o cuidan el entorno y las calles”, ejemplifica Elsa Navarra, una de las responsables del proyecto.

Al comprobar que era necesario trabajar esta cuestión en el barrio, han comenzado a recopilar propuestas existentes que “potencian las relaciones de cuidado y el buen trato, para poder crear después un espacio de encuentro entre personas y colectivos de ayuda mutua”. A juicio de Navarra, los cuidados “pasan muchas veces desapercibidos, pero existen relaciones informales y creíamos que había que darles visibilidad y valor”.

Tres fases

El acto simbólico de intercambiar plantas por relatos reales ha sido llevado a cabo dentro de la primera fase de ‘Cuidando la comunidad’, en la que se pretende recoger información sobre las prácticas, las necesidades o las inquietudes que se dan en torno a los cuidados a través de visitas a diferentes entidades del barrio y entrevistas al propio vecindario. La Asociación de trastornos depresivos de Aragón, la Federación Aragonesa de Solidaridad, la casa de juventud, el centro de salud del barrio o la asociación vecinal Lanuza Casco Viejo son algunos de los colectivos que han sido o serán visitados.

Después, a finales de septiembre, se organizará una jornada en la que se trabajarán las relaciones y los cuidados, por ejemplo, mediante diferentes dinámicas y juegos. Y finalmente, los artífices de la iniciativa elaborarán un documento para presentar públicamente los resultados y darle continuidad. “Nos gustaría crear también un audiovisual con el que visibilizar que las historias anónimas de cuidados están presentes, o vincular el proyecto a otros de la ciudad como la Red de Cuidados de Zaragoza Activa”, indica Elsa.

En definitiva, se trata de “reflejar que las historias de cuidados existen, que muchas personas cuidan de la comunidad sin saberlo y esta es una forma devolvérselo y de agradecer su labor. Sin ellos, la vida y la existencia del barrio sería diferente”, concluye la portavoz.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión