El futuro plan de movilidad prevé una nueva red de bus, más zona azul y coches eléctricos

El futuro plan de movilidad urbana sostenible de Zaragoza, que prevé la actualización del que se aprobó para el periodo 2006-2015, ya tiene listo un prediagnóstico que advierte de que es necesaria una reordenación de las líneas de autobús urbano, más zona azul, una apuesta por el vehículo eléctrico y la ampliación de la actual línea de tranvía o la creación de otras nuevas. Estos son algunos de los aspectos citados, a la espera de que en junio se presente un análisis más profundo de la situación del tráfico y el transporte de cara a la incorporación de propuestas de partidos y agentes sociales.

La comisión ejecutiva del plan de movilidad, en el que hay representantes técnicos y políticos, debatió ayer el documento de prediagnóstico, que tiene un carácter todavía genérico y que solo apunta las líneas de trabajo para los próximos meses. Tal y como explicó la concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Teresa Artigas, este análisis preliminar "es el primer pasito, con las oportunidades y amenazas".

Explicó que acaba de terminar el trabajo de campo y de encuestas a la ciudadanía de cara a la presentación del diagnóstico del plan de movilidad. "En junio tendremos los datos objetivos. Hay que acercarse a la situación y después plantear las medidas", indicó Artigas. Las propuestas, con su estimación de coste y su calendario de ejecución, podrían estar en noviembre y habrá un plazo de alegaciones hasta marzo de 2018, cuando se podría aprobar el plan.

A la espera de que avance el proceso, la documentación preliminar aborda diferentes aspectos, como el transporte urbano. El informe advierte como problemas de la necesidad de reordenar la red de bus, la existencia de vehículos "muy contaminantes" o el uso "residual" de los cercanías. Avisa de que "la intermodalidad en el ámbito metropolitano es mejorable" o de la alta ocupación del tranvía. También plantea revisar el sistema de integración tarifaria o dice que el sector del taxi está "descontento".

Ante esto, defiende la "posible" ampliación de la línea 1 de tranvía o de la creación de otras nuevas (está en estudio el eje este-oeste), aboga por los taxis adaptados como alternativa al bus para personas de movilidad reducida y propone cambios tecnológicos para mejorar la integración tarifaria. Por último, la disminución de los títulos de transporte es otra de las oportunidades señaladas por el informe.

Vehículo privado y párquines

El prediagnóstico aborda la cuestión del vehículo privado y los aparcamientos. Dice que el número de estacionamientos disuasorios es "insuficiente" y que hay un número "elevado" de párquines privados, lo que genera "un efecto llamada" al centro. En los barrios, por contra, hay "un problema grave" para aparcar. Entre las oportunidades, plantea la extensión del estacionamiento regulado en superficie (zona azul), aunque no concreta en qué medida. Por otro lado, expresa su apoyo al coche eléctrico o el impulso de este tipo de vehículos para uso público, por ejemplo para el alquiler barato.

El documento defiende que hace falta mobiliario y servicios al peatón, la reducción de la intensidad del tráfico privado, eliminación de barreras arquitectónicas, la necesidad de redactar un plan de accesibilidad, por ejemplo para el transporte urbano. Plantea que hay que completar la red ciclista y su conexión con los centros de actividad económica.

Artigas destacó que por primera vez se incluye la carga y descarga en la ciudad, con la actualización de la normativa, el estudio de nuevas formas y procedimientos de reparto, y se incorporarán cuestiones como la seguridad vial, las cuestiones ambientales o la perspectiva de género.