Las cuentas pendientes de la avenida de Cataluña

La inminente cesión del vial desbloquea una reforma pendiente desde hace tres décadas. Los vecinos aseguran que hay multitud de aspectos que necesitan mejorar.

Alumbrado. La electrificación aérea y los escasos puntos de luz de la avenida centran las críticas de los vecinos, que exigen una iluminación acorde.
Las cuentas pendientes de la avenida de Cataluña.

Están a tres kilómetros de la plaza del Pilar, pero se sienten fuera de lugar. Los vecinos de la avenida de Cataluña esperan que la reforma del vial, cuya cesión acordó este miércoles el Ayuntamiento de Zaragoza con el Ministerio de Fomento, resuelva sus múltiples cuentas pendientes. Tras más de 30 años reclamando el arreglo dicen estar cansados de parches, solares sin vallar, alumbrados deficientes y aceras que tienden a provocar tropiezos.

"Pagamos impuestos como el resto, pero en este tiempo no se ha hecho prácticamente nada", señala Jesús Fon, vicepresidente de la asociación de vecinos Ríos de Aragón y avenida de Cataluña.

El tramo urbano, de 4,3 kilómetros, presenta multitud de carencias. La electrificación aérea es una de ellas. Sobre todo si se tiene en cuenta que la avenida sigue presentando postes de madera y que falta luz en muchos puntos.

Los desniveles de las aceras también son objeto de críticas. "Algunas son inútiles, no sabes por dónde tienes que ir", expone. Aunque el asfaltado se renovó en 2010, la acera de los pares "está fatal". "Al llover se generan muchos charcos", explica.

Los aparcabicis oxidados, las papeleras, que no se renuevan desde hace años, o la presencia de hasta cuatro acequias tampoco gustan. "Llegaron a robar las tapas de registro, con el riesgo que supone", añade, y recuerda que, pese a que el proyecto contempla alrededor de un centenar de sumideros, ahora se cuentan "con los dedos de las manos".

Los cambios también afectarán a las aceras, que duplicarán su ancho. Se añadirá, además, un arbolado "en condiciones". Mención aparte merece el carril bici, que termina de forma inesperada en una acequia de la primera mitad del siglo XIX. Es, no obstante, otro de los aspectos que revisará la reforma. Lo que más preocupa, en todo caso, es la inseguridad que genera la cantidad de tráfico que soporta el vial a diario. "La señalización horizontal es escasa y los giros a la izquierda, que desaparecerán en su momento, han provocado muchos accidentes", dice.

Una reforma en ciernes

Fon considera que al no ser este un barrio de nueva creación "no hay excusas". Los vecinos lamentan la falta de mantenimiento del entorno. Por allí pueden verse solares abandonados y capitanas que cruzan de un extremo a otro, así como grandes bloques de hormigón que antaño sujetaban carteles publicitarios. También hay presencia de chabolismo.

La calle del Veintitrés de Abril, situada bajo el puente del ferrocarril, evidencia este abandono. "Está plagada de grafitis", indica Fon, que recuerda que los vecinos están hartos del ruido que provocan los trenes. "Adif nunca se ha molestado a venir y colocar pantallas", asegura. Él, como muchos, espera que los 1,3 millones de euros que pagará el Gobierno de España se amplíen en el Congreso. Aunque confiaba en que el alcalde volviese de Madrid con un acuerdo bajo el brazo, tampoco le hubiese sorprendido lo contrario.

La reforma, que, según adelantó el viernes el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, podría acabar en 2021 si no se logra financiación extra en el Congreso, empezará este año con la urbanización de un tramo de 350 metros, el comprendido entre el puente del ferrocarril y la calle del Río Ara. Se hará por 777.099 euros y podría empezar en verano. Tendrá un plazo de ejecución de seis meses.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión