Calatayud, a 50 metros del suelo

La torre de Santa María se abrió el pasado 14 de diciembre y es la más alta del mudéjar en Aragón. La Asociación Torre Albarrana gestiona las visitas los sábados.

Primera visita realizada tras la inauguración a la torre.
Calatayud, a 50 metros del suelo
Macipe

Más de un centenar de personas han visitado el interior de la torre de Santa María desde su apertura el pasado 14 de diciembre. El balance que se hace es positivo, no tanto por el número de curiosos que han querido conocer este monumento, como por el perfil de quienes han subido hasta el cuerpo de campanas, entre ellos muchos jóvenes.


Los voluntarios de la asociación Torre Albarrana son los encargados de gestionar estas visitas los sábados por la mañana. Hasta ahora se ha abierto cuatro días y han acudido 150 curiosos. "Estamos muy contentos, quizá no haya entrado tanta gente como esperábamos, pero ha venido mucha gente de Calatayud, y además muchos jóvenes, algo casi inaudito en el museo". Es la valoración que hacía Rosa Calmarza, portavoz de este grupo de bilbilitanos que dedican parte de su tiempo a mostrar el patrimonio del museo de los claustros de Santa María, y ahora también la torre más alta del mudéjar.


La media de edad de las visitas a este espacio supera los 40 años, pero subir los 125 escalones de esta construcción del maestro moro Mahoma Rami, y hasta 50 metros de altura, es un atractivo para los más jóvenes. "Está viniendo la juventud de Calatayud, algunos se quedan a ver el museo y salen encantados", comentó.


Unas 12 personas es la cifra ideal para moverse con comodidad en la zona a la que se llega, y cada visita tiene una duración aproximada de 20 minutos. "Hay personas que quieren hacer fotografías, y hay quien viene para estar en el campanario, cuando tocan las campanas a las 12.00", comentó Calmarza. El acceso de la visita a esta torre –que se eleva 70 metros de altura– tiene un coste de 2 euros. Se destinan a los gastos de luz y de mantenimiento.


Desde la Colegiata se han planteado instalar en un futuro cercano una cámara y megafonía como medidas de seguridad. La adecuación de este edificio tuvo un coste de 6.000 euros. Para llevar a cabo esta inversión se contó con el apoyo económico de la Fundación Bancaria Ibercaja, que destinó 3.800 euros.


El compromiso altruista de los integrantes de Torre Albarrana, que desde 2012 gestiona las visitas a los claustros, animó a la apertura de este espacio. Quienes decidan subir a la torre apreciarán que se hizo en varias etapas y en distintos siglos. Como explicó el abad de Santa María, Jesús Vicente Bueno, "las fases dependían del número de viviendas que había, y si aumentaba la población se elevaba la torre". También se puede realizar una visita virtual (visitasantamaria.calatayud.es), gracias a una aplicación desarrollada por la empresa Aeroyud, del bilbilitano Miguel Sobaberas.

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