El comercio local se echa a la calle para mostrar su hartazgo

El duelo tiene cinco etapas y ellos están entre la cuarta y la quinta, correspondientes a la depresión y la aceptación. Una veintena de comercios de Las Fuentes han lucido hasta hoy escaparates negros en oposición al ‘outlet’ de Pikolin. Hoy vuelven a la normalidad, pero el luto continúa. Los contrarios al ‘outlet’ se concentrarán este domingo frente a la plaza de España. Partirán a pie desde la plaza de las Aguadoras y mostrarán su "hartazgo" contra una decisión que consideran "equivocada". El lunes asistirán al pleno y, hasta ese día, sus comercios lucirán esquelas con crespones negros. En paralelo, seguirán recogiendo firmas contra esta gran superficie.

Lo ocurrido ayer en la comisión de Urbanismo "era de esperar", pero todavía "quedan cartuchos por gastar". Aurora Sachez, presidenta de la Asociación de Comerciantes de Las Fuentes, lamenta que los grupos políticos "no se den cuenta de la situación". "Muchos autónomos subsisten a base de pedir créditos", recordó. Lo único que ha sacado en claro estos días ha sido "la unión" del sector, que no cejará.

Marta Torrijos, copropietaria del bar-restaurante Manduka, reconoció que, pese al ruido que han generado los escaparates negros, "no se ha conseguido nada". El ‘outlet’, en su opinión, "no hace falta", ya que solo conseguirá "dividir a la gente que va a Puerto Venecia". "¿Por qué no se lo llevan a Plaza Imperial", se preguntó.

El resto de superficies "se quedará a medio gas". También afectará "a las tiendas del centro" y de barrios como el suyo. "El sábado por la tarde aquí no tienes a nadie. Hay comercios que no abren porque no venden lo suficiente", apuntó. En todo caso, cree que el efecto "será menor" en la hostelería, ya que para ir "tendrán que coger el coche" y "no podrán beber alcohol".

José Antonio Clavero, propietario de Informáticamrj.com, teme que el barrio "se quede muerto" si se abre una gran superficie más en Zaragoza. Cree, asimismo, que el ‘outlet’ repercutirá "en los precios", ya que los autónomos tendrán que bajarlos. "Queremos barrios vivos, no calles vacías", dijo.