El PSOE avisa a Santisteve de que es «un auténtico disparate» aumentar la presión fiscal

Frente a la pretensión del alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, de "recaudar más sí o sí" por la vía de los impuestos en 2017, el PSOE, de quien depende la aprobación de las ordenanzas fiscales, resumió su posición en una frase: "Es un auténtico disparate". Así retomó ZEC las conversaciones con los socialistas y CHA para pactar los tributos, paso previo a la negociación de los presupuestos con los que se volverá a poner a prueba la estabilidad del gobierno de la capital aragonesa.

El encuentro fue tan cordial como poco fructífero, pero permitió dibujar las líneas rojas con las que se topará el gobierno local. Tras la reunión, el concejal de Hacienda, Fernando Rivarés, fue optimista, pero avanzó que no habrá una propuesta firme hasta la semana próxima. "Trataremos de recoger la filosofía de las posiciones de PSOE y CHA", declaró.

Como avance, explicó que se propondrá una rebaja del 6% en el tipo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) con el objetivo de que se mantenga la presión fiscal. Hay que recordar que tras la revisión catastral de 2013 todos los años se produce una acusada subida de los valores con los que se calcula este tributo. Por eso, tras acabar en 2015 el plazo de bonificaciones, el Ayuntamiento tiene que reducir el tipo si quiere compensar ese incremento. "Si no hacemos nada, el impuesto subiría un 5%", informó Rivarés.

Respecto a la plusvalía por herencias, defendió bonificaciones de las que se podrían beneficiar inmuebles de hasta 120.000 euros de valor catastral y que llegarían al 95% en más casos que en la actualidad. Rivarés apostó por la revisión del callejero fiscal, que impactará en el Impuesto de Actividades Económicas. ZEC quiere congelar las tasas con carácter general y hacer descuentos para vehículos no contaminantes.

Rivarés defendió aplicar bonificaciones en el recibo del agua y basura a rentas de hasta 980 euros. También quiere aprobar una fuerte subida de la tarifa del vertedero para los municipios del área metropolitana que utilizan las instalaciones de la capital, así como a las empresas. Defendió aproximar los 17 euros actuales que se cobran por tonelada a los 50 que cuesta realmente el servicio. "Es basura que no es nuestra", aseguró Rivarés, que insistió en el mensaje de la progresividad fiscal y en el de "recaudar más de quien más tiene".

El concejal socialista Javier Trívez tendió la mano a ZEC y se mostró dispuesto lograr este año un acuerdo en materia fiscal. Compartió la necesidad de bajar el tipo del IBI para compensar la subida catastral y aplaudió el nuevo callejero fiscal, siempre y cuando suponga "una recaudación análoga" del IAE. Además, apoyó las bonificaciones en la plusvalía. Eso sí, dejó claro que no admitirá que con carácter global suba la presión fiscal y, frente a los propósitos del alcalde, subrayó que "el objetivo del PSOEno es recaudar más sí o sí".

Por su parte, Carmelo Asensio, de CHA, también apostó por bajar el tipo del IBI, ampliar las bonificaciones para la plusvalía propuestas por el gobierno (95% hasta los 100.000 euros) y "avanzar en la progresividad fiscal, para buscar fórmulas para que paguen menos los que menos tienen".