Son cicatrices que se acumulan en el corazón de la ciudad. Solares semiabandonados que apenas se usan como parquin o cuyo triste destino es albergar matojos y basuras. Con la intención de revitalizar una de las zonas más degradadas del Gancho, el entorno de la plaza de Padre Pedro (donde se encuentra la sala Oasis) se acaba de aprobar una modificación aislada del Plan General para crear una nueva plaza, una treintena de viviendas y un pequeño equipamiento municipal. Además, sorpresivamente, el proyecto cuenta con el respaldo de todos los grupos municipales, que coinciden en señalar que hay que "oxigenar" estas calles y "esponjar" la zona.

La intervención de cirugía fina apenas afecta a 1.645 metros cuadrados, "pero resulta muy importante para la ciudad desde su punto de vista histórico y por la estructura actual del barrio", explicaba esta semana el arquitecto municipal Ramón Betrán, que añadía que la actuación permitirá sanear un lugar muy deteriorado en un lugar estratégico entre Conde de Aranda, César Augusto, San Pablo y la plaza de Las Armas.

El denominado plan Echeandía contempla ‘rascar’ un nuevo espacio público, destinado a una nueva plaza, así como construir un puñado de "viviendas atractivas"(no más de 36) y un pequeño equipamiento municipal. Hasta el momento no se había actuado en la zona debido a que la propiedad del suelo está muy fragmentada y hacía imposible cualquier iniciativa particular. Así, ha sido el Ayuntamiento el que ha tenido que "tomar las riendas de la planificación urbanística desde lo público", en palabras del concejal de ZEC Pablo Muñoz.Un espacio recoleto

La sociedad municipal Zaragoza Vivienda posee el 33,22% del ámbito, al que se añade el 10% del aprovechamiento que la ley obliga a ceder al municipio, por lo que se contará con 39,88% de superficie edificable. Hace ahora quince años ya se planteó una intervención en la zona, que incluía también usos residenciales pero no la nueva plaza pública. Esta, según fuentes municipales, tendrá unos 410 metros cuadrados y, sin duda, "será pequeña, pero no menor que otras tradicionales que cumplen una función parecida como las de San Nicolás, San Martín, Ecce Homo o Añón".

Sobre el futuro equipamiento público, que tampoco será mayor de 400 m2, se ha especulado que pueda destinarse a un centro de día, una guardería o un centro de juventud, si bien la oposición municipal pide que "se pueda votar y decidir entre todos, en concurrencia competitiva, sin que se lo regalen a nadie a dedo", dice Pedro Navarro, concejal del PP.

Por lo demás, el plan que vio el visto bueno el miércoles detalla las características que han de tener las nuevas construcciones con "el uso de materiales y composiciones acordes a las tradicionales". En la plaza se prevé una fuente que señale su límite con el trazado histórico de la calle de Echeandía "y contribuya a crear, con el ruido del agua, una sensación de intimidad". Asimismo, el trazado del viejo callejón del Saco se subrayará con un cambio de pavimento y una fila de árboles de bajo porte, gracias a un trabajo en el que han participado varios jóvenes de la Universidad de Zaragoza.