Un brote de enterovirus en una guardería termina con dos niños afectados por meningitis

El Boletín Epidemiológico de Aragón publicó ayer que dos niños de una guardería zaragozana fueron ingresados a finales de junio por meningitis. En ambos casos, la causa fue enterovirus, un tipo de virus con más de cien variantes diferentes que circula ampliamente entre la población y que suele producir cuadros leves (fiebre, erupciones cutáneas o cuadro respiratorio). En situaciones muy poco frecuentes puede complicarse y causar, por ejemplo, daños sobre el corazón y la médula.

Precisamente, Cataluña ha registrado en las últimas semanas un brote con más de 60 niños afectados. La mayoría de ellos evolucionan bien, aunque varios sufrieron afectaciones neurológicas (casi todas leves), y ha sido necesario que algunos permaneciesen en cuidados intensivos.

En el caso de la guardería zaragozana, los niños fueron ingresados en el Infantil y se confirmó enterovirus por PCR positiva en aspirado nasofaríngeo. Según Salud Pública, ambos evolucionan bien y se han dado recomendaciones a la guardería (21 niños en total estuvieron expuestos).

Salud Pública en Aragón ha observado en la provincia de Zaragoza un aumento del número de casos de meningitis víricas superior al esperado, por lo que ha establecido un sistema de vigilancia. Insiste, además, en que en estos casos, cuando la enfermedad es vírica y no tuberculosa, el proceso resulta mucho menos grave y dañino.

Esta familia de virus es extensa, y la mayoría de los casos en los que se han detectado importantes secuelas están relacionados con el fenotipo D68. El pasado mes de enero, un niño zaragozano de 4 años fue diagnosticado como el primer caso en España de enterovirus D68 asociado a parálisis flácida aguda, y sigue recuperándose, lentamente, en el Hospital Nacional de Tetrapléjicos de Toledo. También en mayo se detectó otro diagnóstico de gravedad de este tipo en una niña catalana asociada al brote de la enfermedad en esta comunidad. Hace apenas una semana murió en Barcelona un pequeño de 3 años afectado por la enfermedad. No obstante, las autoridades aseguran que no se ha podido constatar que esta fuera la causa del fallecimiento.

Este tipo de enterovirus se identificó por primera vez en la década de 1960. Puede propagarse de persona a persona, a través de la tos y los estornudos, así como por el contacto, por ejemplo, con las heces infectadas (lo que se llama una transmisión fecal-oral). Por ello, los expertos insisten en que la mejor prevención es un buen lavado de manos.

Los síntomas más habituales en un enterovirus son similares a un resfriado común. Lo más importante en este tipo de brote es detectar precozmente cualquier alteración neurológica, como sensación de pérdida de movilidad en las piernas o dificultad en el habla.