Superados los dos meses de huelga, la pregunta es cuánto más puede durar. Aunque nadie tiene la respuesta exacta, ninguna de las partes implicadas descarta que los paros parciales se puedan prolongar algún que otro mes más. En el Ayuntamiento, incluso, hay quien no descarta que pueda llegar a primavera.

Pase lo que pase, la huelga ya es la más larga de la historia de la ciudad. Desde que arrancó, se veía que las posiciones entre los trabajadores y la empresa estaban muy encontradas, y el Ayuntamiento no ha sabido ejercer la presión suficiente para parar el conflicto. El comité de empresa dijo que no iba a ceder en sus peticiones salariales, más allá de acceder a una especie de fraccionamiento de pago. Y que no levantaría los paros hasta que la empresa cediera. Auzsa, por su parte, mantuvo desde un primer momento que cualquier concesión en materia salarial implicaba “cerrar la empresa”. El Consistorio, por su parte, ya anunció que no solucionaría el problema insuflando dinero a la empresa.

Por lo tanto, para que cese la huelga una de las partes (o las dos) tiene que ceder, y de momento nadie está dispuesto a hacerlo. Fuentes cercanas al conflicto apuntan que si alguna de las partes tuviera un 'as en la manga', lo hubiera sacado hacía tiempo, ahorrando a la ciudad varias semanas de huelga.

De momento, los trabajadores siguen con sus movilizaciones, que van más allá de las habituales concentraciones de los jueves en la plaza de España. Mañana acudirán a las Cortes de Aragón y el jueves protestarán en Madrid, ante la sede del grupo Avanza y ante la embajada mexicana, ya que esta es la nacionalidad del grupo ADO, empresa matriz de Auzsa.

La otra hipótesis para levantar la huelga podría llegar con un hipotético cansancio de la plantilla. Hay que tener en cuenta que cada mes de paros parciales supone a cada trabajador cobrar entre 400 y 500 euros menos, aproximadamente. Más en algunos casos. La caja de resistencia que ha abierto el comité persigue afrontar posibles situaciones personales complicadas de algún trabajador, pero no es una solución. Lo cierto es que, pese a ello, el seguimiento hasta ahora ha sido mayoritario. Según el comité, cada día secundan los paros más del 95% de los trabajadores llamados a la huelga.