De Zaragoza a Azaila, un salto al vacío en imágenes

El fotógrafo David Castillo muestra la huella del hombre en el medio rural.

Félix González, David Castillo y Eva Cosculluela, en la librería Los Portadores de Sueños.
Félix González, David Castillo y Eva Cosculluela, en la librería Los Portadores de Sueños.
Oliver Duch

El fotógrafo zaragozano David Castillo recordó el miércoles en la librería Los Portadores de Sueños la conversación que hace más de 10 años mantuvo con un amigo muy bien situado profesionalmente en Madrid: "Cuando le dije que iba a abrir un estudio creativo de fotografía y diseño en Zaragoza no le pareció que fuese a tener mucho futuro, pero cuando al poco tiempo le expliqué que había decidido trasladarlo a Azaila, un pequeño pueblo de Teruel, me comentó que si estaba loco".


Esta aventura vital y profesional es el hilo conductor del libro y de la exposición del mismo nombre que esta semana se presentaron en Los Portadores de Sueños. ‘Azaila+Q10’ se llaman, un proyecto que nació bajo el paraguas de la Fundación Cultural Bajo Marín.


David explicó que a Azaila llegó de casualidad. Allí no tenía raíces familiares ni amigos que le animasen a dar ese salto al vacío. "Sencillamente encontré una estupenda casa de 300 metros cuadrados, magníficamente ubicada, que en Zaragoza no hubiese podido pagar; esa fue la única razón", comentó.


Vivir de la clientela de Azaila y del Bajo Aragón le hubiese resultado complicado, "pero Zaragoza está cerca y para nada resulta incompatible tener el estudio en este pueblo", explicó. La mudanza le sirvió para descubrir que las horas del día se alargan mucho en el medio rural, así que durante estos años le ha quedado tiempo para pasear en bicicleta y fotografiar todo lo que le llamaba la atención.


Esa colección de imágenes, que David no captó con la intención de que vieran la luz, es la que ahora se muestra. "No es un libro de crítica medioambiental, ni de denuncia del abandono de los pueblos, pero en muchas fotografías se refleja la dejadez del ser humano con el medio que le rodea" recordó el artista.


Su socia y pareja Eva Gil, que le acompaña en esta aventura, asistió a la presentación del libro, que realizaron Eva Cosculluela y Félix González. También se dejó ver la presidenta de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte, Desirée Orús, autora del prólogo y buena conocedora del trabajo de David Castillo.


Desirée describió que la obra de este fotógrafo "está impregnada de belleza pero también de conciencia social de un territorio que define un Aragón de parajes detenidos en el tiempo. Imágenes que incitan a pensar, a reconocer la personalidad de lugares en los que la presencia humana sólo se percibe a través de la huella de su ausencia". Arropando al fotógrafo también estuvieron las artistas Pilar Moré y Quinita Fogué, poniendo el acento en su apuesta decidida por mostrar la singularidad del territorio.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión