Pueden convertirse en una gran salida para todos los trastos que se acumulan en el trastero. También son una opción de reciclaje de dispositivos obsoletos cuya venta puede ahorrarnos un par de euros de cara a la compra de uno nuevo.

Las tiendas de reventa de objetos de segunda mano se han convertido en un establecimiento recurrente en las calles de Zaragoza. En estos locales suelen formarse largas colas de clientes dispuestos a vender los objetos más raros.

Con una larga espera por delante, Jason conduce un carrito de la compra sobre el que reposa un ventilador: “Es la primera vez que vengo a vender, no sé cuánto me darán pero tenerlo en casa no me dará dinero”, reconoce mientras avanza un puesto.

Otro más experimentado es Carlos que ha llegado a conseguir más de 300 euros por aparatos de vídeo, varias bicicletas y una tablet. “Voy reuniendo objetos durante un mes o dos y vengo a venderlos todos juntos”.

Lady Joana sale desencantada y con cierto enfado porque por diez discos solo ha conseguido 2,10 euros: “No me llega ni para un zumo”, apunta.

Comparar antes de comprar

Entrar a una de estas tiendas puede convertirse en una aventura. Hay que ir con tiempo y paciencia porque la avidez puede ser mala consejera, no obstante es posible encontrar grandes ofertas. En sus estanterías se muestran desde móviles de última generación, a 'ladrillos' en blanco y negro con horquillas de precios muy reducidas.

Un Alcatel OT-311 de la compañía Vodafone por 10 euros o un Nokia Asha 300 por 22 euros, adecuados para salir de un apuro pero que a pesar de sus escasas prestaciones no bajan de las dos cifras.

La exposición más concurrida es la de los smartphones donde a pesar de que las etiquetas marcan precios sustancialmente altos comparados con el resto de la tienda, son mucho más bajos que en un comercio tradicional de venta de móviles.

El modelo Iphone 4 negro libre se vende en una de estas tiendas de la plaza del Carmen de Zaragoza desde 140 euros. El modelo 5S de la compañía Vodafone asciende a los 450 euros, mientras en la página web oficial de Apple tiene un coste de 599 euros, un 33% más.

Pero cuidado, a la hora de comparar precios no todo son gangas. Es el caso de un Apple Watch, que se vende por 550 euros, a su lado otro por 495. La correa por separado 55 euros. En una tienda de primera mano el desembolso por uno de estos aparatos sería de 469 euros. Otro caso, de la misma marca se ofrece un Ipad Mini 2 de 16Gb por 555 euros, cuando el modelo más caro a través de la página web de la compañía de la manzana, el Ipad Air 2 de 16Gb por 489 euros.

Cajón 'desastre'

Para los coleccionistas, los 'freaks' y los oportunistas; la oferta no deja indiferente e insatisfecho a nadie. Marta mira con indecisión una bola de discoteca del tamaño de un balón de playa que cuelga desde el techo. No la ha comprado pero le hubiese gustado si su madre no le “echara de casa” si la viera entrar con la esfera de cristales que no alcanza los 10 euros.

Una importante exposición de bicicletas de todo tipo y tamaño se acumulan al fondo del local, la más barata 25 euros: “¿Quién no tiene una bici por tan poco dinero?”, se pregunta Diana que agarra del manillar su próxima adquisición.

Las baldas más bajas, como en los supermercados, ocultan tesoros como una Olivetti Studio 46 en aparente buen estado por 20 euros.

La biblioteca cinematográfica resulta cuanto menos heterogénea. ¿Qué tienen en común una película protagonizada por Sara Montiel y otra por Drew Barrymore? El precio: 2,50. Clásicos como 'La tentación vive arriba' pueden obtenerse por la misma cantidad. El número de Óscar con los que ha sido galardonada una película no está relacionado con su precio. Leonardo Di Caprio parco en estatuillas en 'El Lobo de Wall Street' cuesta 8 euros, en cambio la ocho veces oscarizada 'Slumdog Millionaire' se queda en 3,50.

Garantía superior a un año

El Gobierno de Aragón publicó un folleto en el que se incluían recomendaciones sobre el sistema de garantías que regula el mercado de la compraventa de bienes usados.

Este folleto informa de que en los productos de segunda mano, el vendedor y el consumidor y usuario podrán pactar un plazo menor a los dos años de garantía, pero no podrá ser inferior a un año desde la entrega.

El consumidor y usuario no podrá exigir la sustitución en el caso de productos no fungibles, ni tampoco cuando se trate de productos de segunda mano.