En clase... y con abrigo

El mal estado de las ventanas hace que entre el viento y se escape el calor de la calefacción.

Imagen del centro de Montañana a las 15.30 de este jueves
En clase... y con abrigo
Laura Uranga

Las grandes rachas de viento de los últimos días han vuelto a sacar a la luz un problema constante del colegio Hermanos Argensola de Montañana. “Desde hace más de diez años tenemos problemas con las ventanas del colegio que no cierran bien y permiten pasar el aire”, señala la dirección del centro.


No obstante, mientras que el resto de los días se consigue compensar con la elevada calefacción, cuando hace viento las temperaturas caen a los 11-12ºC. “Este jueves por la mañana al llegar había 12 y luego según va pasando el día se consiguen unos 15 o 16”, sostiene Olvido del Río, una profesora del centro. Estas temperaturas infringen la legalidad vigente que según el Real Decreto 486/1997 marca como temperaturas límite los 17 y 27ºC. 


Una opinión refrendada por la gran mayoría de los alumnos. “Hace mucho frío”, grita al unísono toda la clase de 5º de Primaria cuando se les pregunta por la temperatura. Algunos, como Aarón puntualizan que durante muchas horas al día se tienen que poner el abrigo. “Ahora nos lo hemos quitado porque estamos en clase de plástica, pero en los exámenes siempre nos lo tenemos que poner”, asegura. Por su parte, David lo escenifica mostrando todas y cada una de las capas con las que está vestido para ir a clase. “Llevo tres camisetas y una sudadera para no pasar tanto frío”, puntualiza.


¿El problema? Ellos lo tienen claro: las ventanas. “Si pones la mano debajo de la ventana ves que está congelado y que entra aire”, recalca Cristina. Para ellos, esta es la primera vez que experimentan estas bajas temperaturas puesto que cuando son más pequeños están en las clases más protegidas además de que algunos profesores llevan sus propias estufas para intentar calentar un poco más la clase. “Me traigo el calefactor para no quedarme congelada. Sin embargo, por mucha calefacción que pongas todo el calor se va por la ventana”, subraya la profesora.


Esta situación tan extrema la viven aquellos días que hay más aire, puesto que el centro se encuentra por encima de la altura de Zaragoza y sin ningún edificio alrededor. “Sensación de calor no hay casi nunca, pero los días tan fríos de 11ºC solo se dan cuando hay mucho aire”, asegura Del Río. También depende bastante del lugar en el que te encuentras del centro. “En las aulas que hay doble ventana, que ha puesto el propio colegio, hace menos frío”, subraya Víctor Alemany, conserje del colegio. Al mismo tiempo destaca que aunque se pusieran 15 radiadores más no se conseguiría mejorar la situación.


Esta no es la primera vez que la dirección del centro ha dado cuenta de la situación en la que se encuentran. “Hace unos 6 o 7 años vinieron desde la DGA a hacer un estudio de frío y midieron la temperatura de varias aulas. La solución que nos dieron fue que ampliáramos la potencia de las calderas y pusiéramos más radiadores”, sostienen desde la dirección. Siguieron sus consejos y pusieron más radiadores, no obstante, el frío persiste. “El colegio tiene unos 60 años y sigue con las mismas ventanas y aunque la calefacción esté puesta desde las 7.00 no se consigue calentar”, subrayan.


Los padres y madres de los pequeños también muestran su disconformidad con esta situación. “Mi hijo me dice que las ventanas del cole se mueven”, explica Marimar Agulló. Por ello, el AMPA ha decidido unirse a la directiva del centro para quejarse a los organismos públicos. “Lo hemos intentado solucionar tanto con el Ayuntamiento como con la DGA, pero ni uno ni otro nos han ofrecido una alternativa”, puntualiza Aguyó. Lo mismo reclama María Pilar Aragüés, madre de dos niños. “En el centro hace mucho frío, en especial, en las aulas de los pisos de arriba, puesto que es el lugar en el que más golpea el aire”, sostiene. Además, producto de estas rachas, este jueves se han caído alguna de las tejas del centro.

Un problema que nadie recoge

La dirección y el AMPA van de la mano para conseguir que las autoridades correspondientes hagan algo al respecto. “Nos hemos puesto en contacto con la DGA y el Ayuntamiento en multitud de ocasiones, pero no nos han atendido”, puntualizan. Por su parte, el consistorio zaragozano ha enviado a sus técnicos para comprobar el estado de la caldera y han concluido que estaba perfectamente. “El viento entra por un problema de estructura, por lo que es el Gobierno de Aragón el que debe estudiarlo”, explican fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza.


Por su parte, la DGA no tiene constancia de que haya problemas en el centro. Por ello, explican que lo que se deberá hacer es que un arquitecto acuda al lugar para evaluar la situación. “Con lo que determine se tomarán las decisiones necesarias”, señalan desde el Departamento de Educación, Cultura y Deporte.