“Se llama el Solar de los Niños porque ellos eligieron el nombre y ellos son los verdaderos protagonistas”. En ese empeño por revivir espacios inertes y por generar nuevos lugares de relación ciudadana, en el barrio del Gancho se ha dado otro paso con la habilitación del Solar de los Niños, en la calle Mayoral, cerca del Teatro del Mercado.

Incluido dentro de los espacios del proyecto 'Esto no es un solar', este pequeño ‘reino’ de los niños es una realidad tras un largo proceso de participación promovido por la Fundación Ozanam, que contó con Zaragoza Vivienda, el Centro de Tiempo Libre Cadeneta y el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural del Casco, además de niños y mayores de la zona. “Se hicieron muchas reuniones para ver las posibilidades ofrecía el solar y qué propuestas se podían desarrollar”, dice Clara García, coordinadora del Centro de Tiempo Libre Cadeneta.

El recinto, que está vallado y se cierra por la noche con candado, está a disposición de colegios, asociaciones y los distintos colectivos del barrio, que ya han empezado a hacer uso de él, como el simbólico acto que protagonizaron los niños del Gancho el pasado 20 de noviembre, Día de los Derechos del Niño.

La parte central del solar es un espacio libre, en el que los pequeños pueden jugar libremente. “Les gusta mucho el solar, para ellos supone correr, jugar a la pelota, estar libres”, dice Clara. “Da muchas posibilidades y se está con la tranquilidad de que no pasan coches”. El espacio, que está decorado con intervenciones de anteriores ediciones del Festival Asalto, cuenta también con un arenero y una zona de columpios, y está limitado por una valla de colores, que pintaron obreros del PICH.

“El solar está abierto a muchas más posibilidades, no solo al uso de los niños”, explica Clara. Así, todos los colectivos que quieran utilizar el recinto para sus actividades pueden solicitarlo a través del Centro de Tiempo Libre Cadeneta.“Un barrio más habitable”

La actuación se enmarca dentro del Casco Histórico Socialmente Responsable (CHSR), una propuesta integral de desarrollo social, económico, cultural y medioambiental del Casco Histórico, iniciada desde el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural de la Obra Social “la Caixa” que gestiona la Fundación Federico Ozanam con el impulso de diversas entidades públicas y privadas.

“La idea de reutilizar el solar como un espacio de juego también estaba destinada a hacer el barrio más habitable, como vía para que la gente se conozca más, - dice José Manuel Torre, coordinador del Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural-. Es un ejemplo de cómo un barrio puede ser más socialmente responsable”.

Ahora se está finalizando un vídeo sobre la creación de este espacio, que también da cabida al diálogo intergeneracional puesto que para su preparación los niños hicieron entrevistas a los mayores del barrio sobre sus recuerdos de infancia en el Gancho y sobre cómo recordaban este sitio.