El fiscal pide cárcel para un traficante que conducía sin pierna y pisando los pedales con la muleta

El hombre intentó evitar un control de tráfico para que no vieran que su coche no estaba adaptado, pero levantó sospechas y acabó detenido

La Audiencia Provincial de Zaragoza sentó ayer en el banquillo de los acusados a Prudencio M. B., un traficante reincidente –sobre el que pesan ya varias condenas– para el que la Fiscalía pide ahora seis años de cárcel. Y lo hace porque el pasado 1 de febrero este hombre volvió a ser cazado con nueve envoltorios de heroína dispuestos para su venta. Droga que la Policía Nacional posiblemente no hubiera detectado si el acusado hubiera logrado controlar los nervios, pero este se topó con un control preventivo y temiendo que le pillasen conduciendo sin una pierna en un coche sin adaptar dio marcha atrás e intentó darse a la fuga.


La Policía se percató de las sospechosas maniobras del vehículo y consiguió interceptarlo. Cuando los agentes pidieron a su conductor que se apease contemplaron con asombro que a este le faltaba la extremidad inferior derecha y que para accionar los pedales del coche se servía de una muleta. Se disponían a inmovilizar su turismo y a sancionarle por la vía administrativa cuando los funcionarios observaron cómo Prudencio M. B. se desprendía de una bolsita de plástico transparente en la que a la postre hallaron la heroína. En concreto, nueve envoltorios con un peso total de 1,71 gramos y una riqueza del 11,24% que apenas tendrían un valor de cien euros en el mercado clandestino.


Sin embargo, el propio detenido negó ser consumidor de esta sustancia, lo que permitió concluir a la Policía que la mercancía tenía un claro destino: su venta al menudeo. La Fiscalía, teniendo en cuenta esta circunstancia y las dos condenas que arrastra ya esta persona –una de julio de 2005 y otra de septiembre de ese mismo año– solicitó ayer que se le imponga una pena de 6 años de prisión así como una multa de 270 euros por un delito contra la salud pública y que se le aplique la agravante de reincidencia.


Durante la vista celebrada ayer comparecieron los agentes que practicaron la detención y que corroboraron cómo vieron al acusado arrojar la droga a la calzada. Sin embargo, la defensa, a cargo de la letrada Olga Oseira, entiende que su cliente no ha cometido ningún delito y que debe ser absuelto.