Los cadretanos empezaban ayer sus festejos locales con el mejor humor posible y con muchas risas en la plaza del Ayuntamiento. El concurso de disfraces previo al chupinazo y el desfile de carrozas provocaron gran cantidad de carcajadas. Grandes y pequeños desfilaron sobre el escenario con trajes caseros confeccionados con su propia creatividad e imaginación. 

En la categoría infantil se pudo ver a un pequeño picador de toros; una mini Cruela Devil, que apenas tenía las fuerzas necesarias para mantener quieto al perro del que iba acompañada; un payaso tímido, algo poco frecuente entre los payasos; un racimo de uvas hecho de globos morados y verdes; o unos dinosaurios de bolsas de plástico y cartón. Y es que unos pocos niños, sobre todo los más pequeños, no parecían entender qué hacían sobre aquel escenario y la situación les desconcertaba.

En la categoría de adultos los disfraces fueron más gamberros. Los integrantes del grupo de rock Kiss acabaron dándose tortas con sus guitarras hinchables, y otro colectivo se disfrazó de ‘Espidifen’, un medicamento que combate el malestar característico tras una noche de juerga. Otras dos mujeres se disfrazaron de una sola: cada una, con una gran bola debajo de su camiseta, representaba el pecho de una mujer, y en medio, una gran careta. El conjunto recibía el nombre de Bikini. Otras, con un gusto histórico y artístico, eligieron a Las Meninas de Velázquez como motivo y recrearon el famoso cuadro del pintor español.

Finalizado el desfile sobre el escenario, este continuó sobre carrozas por las calles de la localidad. Las jóvenes reinas de las fiestas fueron las encargadas de leer el pregón este año para encender, por fin, los cohetes anunciadores y dar comienzo a las fiestas que durarán hasta el próximo lunes.