Alertan del "mal clima" que crea premiar a los médicos que ahorran

Este es uno de los asuntos que ha analizado la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos

Alguien debe velar por la ética médica y su aplicación. Y así se hace, de hecho, desde la Comisión de Deontología del Colegio de Médicos de Zaragoza (COMZ), donde el presidente de este organismo reconoce que no ha faltado polémica por la iniciativa del Salud de incentivar a los facultativos de cabecera que logren gastar menos. Pedro Cía explica que, después de estudiar la nueva situación, se ha comprobado que este decisión del Salud es legítima y está dentro de la ley, pero que también tiene sus inconvenientes. De hecho, la comisión ha elevado a la directiva del COMZ una conclusión: este modus operandi "crea un clima que puede ser dañino dentro del colectivo".


Por una parte, se reconoce que es lógico controlar el gasto, sobre todo cuando es elevado, pero los profesionales enfatizan que también deben tenerse en cuenta factores como que puede haber genéricos (o no genéricos) que a alguien le produzcan efectos secundarios y no puedan recetarse, además de otras circunstancias.


La labor de esta comisión es muy activa, y sus miembros se reúnen mensualmente para abordar asuntos conflictivos, hacer una vigilancia activa del ejercicio profesional e incluso elaborar informes preceptivos si se considera necesario.


Además, en los últimos meses han introducido medios de investigación científica para mejorar su funcionamiento, haciendo más sistemática la recogida de datos.

Otro tema que está suscitando un análisis en profundidad es el generado por el anteproyecto de ley del aborto, ya que los profesionales entienden que deben salvaguardarse los derechos de los no nacidos y también de sus madres.Reclamaciones y sus causas

Una de las áreas de trabajo habituales de la comisión consiste en analizar las reclamaciones que se reciben en el colegio. Durante el año pasado, los particulares plantearon la mayoría de estos asuntos (23), seguidos por los profesionales (11) y por otras instituciones y organismos. Además, en la mayoría de los casos (76%) las quejas se dirigieron contra profesionales concretos, y no contra centros sanitarios, como consultas privadas hospitales o residencias.


La mayoría de las quejas que se estudiaron fueron por el trato entre médico y paciente o la calidad. Un pequeño grupo (12%) pertenecieron a facultativos que cargaron contra otros colegas por cuestiones de ética profesional y, muy especialmente, por intrusismo.


Esto ha sido objeto de algunos investigaciones específicas, y durante 2013 por ejemplo se hizo una revisión, a instancias de la Secretaría General del colegio, sobre los aparatos de luz pulsada intensa (LPI) usados en estética, por ejemplo para depilaciones. Se quería informar de posibles situaciones de instrusismo en el manejo de personal no sanitario de estos aparatos, que no son de uso exclusivo médico.


También se emitió, motu proprio, un informe sobre la situación de la atención urgente en clínicas y centros sanitarios privados.


En cuanto a las especialidades médicas más afectadas por las reclamaciones, está a la cabeza oftalmología (18%), seguida con un empate por psiquiatría, medicina familiar y cirugía (14%), así como ginecología (11%).


Por otra parte, la medicina privada acumula más quejas (57%) que la pública (43%); siendo la mayoría de las reclamaciones por pruebas diagnósticas, sanidad penitenciaria, salud mental y menores y cirugía. Los retrasos, una supuesta mala praxis o las relaciones médico-paciente suelen estar detrás de estas situaciones.