"El estado de las calles dice mucho de una ciudad"

La calle de San Miguel, en el Casco Histórico de Zaragoza, ya no es, ni mucho menos, una de las peores de la ciudad en el ranquin de las más desastrosas. Sin embargo, sus vecinos se han dado cuenta de que las baldosas sueltas en la acera se multiplican, al igual que los desconchones en la parte de la calzada que todavía es de adoquines.

Ante la acumulación de socavones, parches y adoquines sueltos en la vía, el Ayuntamiento de Zaragoza intervino el pasado mes de septiembre para sustituir el adoquinado por firme asfáltico en el tramo comprendido entre el paseo de la Independencia y la calle de Jerónimo Blancas. Sin embargo, el resto de la calzada continua siendo de adoquines.

La propia concejala de Infraestructuras expuso en ese momento que, mientras se sigan compatibilizando los adoquines y el paso de vehículos, el Consistorio estará "abocado de manera permanente a constantes y costosas reparaciones". Los vecinos de San Miguel no comprenden por qué, entonces, la intervención no afectó al adoquinado de toda la vía.

"Algunas calles del Casco dan auténtica pena y se podría haber evitado con revisiones y reparaciones más periódicas. El estado de las calles dice mucho de una ciudad y muchas vías de Zaragoza dan auténtica vergüenza", protestaba esta semana Daniel H. un vecino del entorno. Como él, otros habitantes de la zona piden que "desaparezcan de una vez los adoquines de la ciudad" para evitar ruidos molestos, baches y peligros.

Además, en la calle de San Miguel se muestran preocupados por la "falta de mantenimiento de sus aceras" ya que en los últimos meses han detectado "muchas" baldosas sueltas que resultan peligrosas para las personas mayores.