Un fallo del tranvía deja tirados a cientos de usuarios antes del partido del Zaragoza

La avería se produjo en la Gran Vía y tardó una hora en repararse. Los afectados tuvieron que ir andando hasta la Romareda

Andando a la Romareda. Tras esperar en el interior del tranvía sin luz y sin aire acondicionado, los aficionados salieron a toda prisa hacia el estadio municipal para llegar a la primera parte del partido contra el ÿibar
Andando a la Romareda. Tras esperar en el interior del tranvía sin luz y sin aire acondicionado, los aficionados salieron a toda prisa hacia el estadio municipal para llegar a la primera parte del partido contra el ÿibar.

Una avería técnica del tranvía dejó ayer tirados a cientos de usuarios, la mayoría aficionados del Real Zaragoza, a cinco minutos del comienzo del choque contra el Éibar, en la Romareda.A las 11.54, un Urbos 3 "a reventar" que circulaba por la Gran Vía, a la altura de la Facultad de Económicas, paró a recoger a los viajeros (muchos se quedaron fuera por falta de espacio) y no pudo retomar la marcha a causa de un problema con el pantógrafo, el elemento metálico que sube y baja para conectarse con la catenaria.

El servicio, reforzado para la ocasión con intervalos de paso de nueve minutos en lugar de 15, quedó interrumpido entre plaza de España y Gran Vía, aunque continuó en bucle desde la parada de Gran Vía hasta la de Mago de Oz y de la de plaza de España a la de la Avenida de la Academia, en Parque Goya. Además, el tramo afectado se unió con autobuses gratuitos hasta las 12.40, hora en que los operarios de mantenimiento repararon el contratiempo y la unidad pudo seguir hasta Valdespartera.


El conductor trató sin éxito de reiniciar el sistema.Durante los diez minutos que duró la operación, los pasajeros aguardaron en el interior del convoy "apretujados, con las luces apagadas y sin aire acondicionado".Las prisas, unidas al hecho de verse atrapados, provocaron, según los testigos, "varios momentos de tensión" y "un enfado colectivo".


"La espera se ha hecho eterna y la gente ha comenzado gritar y a pegar en las puertas para que las abriesen", relataba Javier Vegas, quien, además de perder el dinero que le había costado el billete (1,35 euros), llegó con más de un cuarto de hora de retraso al estadio municipal. Fuentes de Los Tranvías aseguraron ayer que los usuarios estuvieron informados en todo momento de lo que sucedía, aunque varios de los allí presentes lo desmienten y aseguran que no se les dio ningún tipo de información por la megafonía.

"Que nos devuelvan el dinero"

Al bajar, los aficionados corrieron hasta la Romareda, a cerca de tres kilómetros de distancia, para llegar a la primera parte del encuentro. "No había ningún bus esperándonos y la gente salió en desbandada", cuenta otro viajero.

La avería también exasperó a aquellos que habían subido en las paradas de César Augusto y plaza de España. "Ha sido subir y bajar, casi no me ha dado tiempo a pasar la tarjeta", reconocía Reyes, que tuvo que ir andando hasta la Gran Vía para coger un bus.En su vagón, "la gente acabó muy quemada" y comenzó a gritar que les devolviesen el dinero. Los responsables, no obstante, les remitieron a una línea 902 de atención al cliente para tramitar la gestión. "Vaya caradura, cuesta más la llamada que el billete", manifestaba uno de los afectados. Otros, "cansados de tanto fallo", opinaban que la ciudad no merecía este "suplicio". "Siempre estamos igual", aseveraban.

Aniversario agridulce

En lo que va de año, el tranvía se ha parado en al menos ocho ocasiones, ya sea por choques con vehículos ?cuatro veces? o por fallos técnicos y eléctricos ?otras cuatro?. La línea 1 cumplió su primer aniversario el pasado 26 de abril con una media de tres percances por mes.Sin ir más lejos, en 2013 registró 40 afecciones, la mayoría de ellas en hora punta.