Emigrantes aragoneses

"En EE.UU. todavía hay optimismo y mucho carácter emprendedor"

Mario Cubillo, ingeniero bilbilitano de 41 años, vive en EE.UU. desde 1995 y defiende que es "un país de oportunidades". Está casado y tiene dos hijos.

Mario y su familia, en EE.UU.
"En EE.UU. todavía hay optimismo y mucho carácter emprendedor"
M. C.

Mario Cubillo, ingeniero bilbilitano de 41 años, se fue en 1993 con una beca Erasmus a Inglaterra. Ahí conoció a una estudiante norteamericana y el amor le llevó con ella a Estados Unidos, en 1995. Están casados, tienen dos hijos de 11 y 14 años y llevan "la típica vida del americano medio".


"Al principio fue difícil, pero nunca me faltó trabajo. Cuando me dieron los papeles, tuve empleos de todo tipo, trabajando mucho y ganando poco, hasta que alguien me dio la oportunidad de trabajar en lo mío (ingeniería mecánica). Después se me abrieron muchas puertas y nunca me han faltado ofertas de trabajo. Mi mujer trabaja como analista de sistemas en un centro de investigación científica del gobierno", cuenta.


Mario relata su vida de "americano medio": "Vivimos en Port Jefferson, a 90 kilómetros al este de Nueva York, en una zona residencial cerca del mar. Tenemos una casa grande con jardín, trabajamos de 8.00 a 16.30 y después estamos ocupados con las actividades de los niños. Los fines de semana hacemos deporte, salimos a cenar o nos juntamos en casa con familiares y amigos. Cuando llega el buen tiempo, hacemos barbacoas en el jardín, en el parque o en la playa. Eso sí, el coche en este país es necesario para todo. La vida social es muy diferente a la española. La gente es más fría y distante, pero con el tiempo se hacen amigos".


Echa de menos a su familia: su hermana y sobrinos viven en Calatayud y sus padres, en Zaragoza. Pero viajan todos los años para verse. Y sus hijos pasan parte del verano en España con los abuelos. "Aparte de eso, no echo de menos muchas cosas, ni siquiera la comida, pues mi mujer es una excelente cocinera. Y aquí, al contrario de lo que se piensa, hay mucha variedad y calidad de alimentos, y es más barato que en España", dice.


"En EE.UU. casi todos somos inmigrantes, de primera, segunda o tercera generación. Para tener éxito hay que integrarse, sin que sea necesario perder la identidad y tradiciones propias", afirma.


Desde fuera ve con mucha preocupación la situación de España. "La imagen del país en el exterior ha bajado mucho. Aquí también hay crisis, pero hay bastante trabajo, sobre todo para gente cualificada. Todavía hay optimismo y mucho carácter emprendedor", apunta.


Recomienda a otros españoles salir al extranjero. "A los que estén pensando en marcharse se lo recomiendo, sobre todo si tienen estudios y no encuentran trabajo. Si tienen la oportunidad de venir a EE.UU., la experiencia merece la pena. Aunque nadie te regala nada, hay muchas oportunidades. Si trabajas, eres flexible y vales, con un poco de suerte sales adelante", asegura.