Zaragoza

"El entorno de Parque Oriente está tan olvidado que ni el reloj solar da la hora"

Los vecinos de Vadorrey aseguran que la zona que se iba a convertir en una referencia en el mundo de la astronomía parece "un vertedero".

“Lo que iba a ser un símbolo para Zaragoza y se iba a convertir en una referencia en el mundo de la astronomía se ha quedado, como otros tantos proyectos, en nada”. Con estas palabras define Adrián Lafuente, presidente de la Asociación de Vecinos Ribera del Ebro el proyecto de adecuación del entorno del parque Oriente, que ya formó parte del acondicionamiento del plan de riberas de 2008.

 

“Han pasado cinco años y en esa gran plaza del Tiempo que nos prometieron solo queda el reloj solar más grande del mundo, que ya ni siquiera da la hora y que se ha convertido en un gran palo de escoba rodeado de una pradera y de unos montículos de arena que se asemejan a un vertedero y que desde el colectivo denominamos ‘las dunas de Vadorrey”, apunta Lafuente.El proyecto original

Y es que, según los datos del proyecto original, el gran reloj, debería ir acompañado de una explanada de césped, -un plaza educativa, tal y como quedó denominada en dicho proyecto-, con unos paseos con trazado marcadamente Este-Oeste y que contarían con significados astronómicos concretos.


Cada uno de ellos debería estar formado por el espacio que recorre la sombra solar generada por el reloj, durante las 12 constelaciones zodiacales. De esta manera, estos paseos verdes quedarían delimitados por columnas de piedra, situadas en los puntos donde se marcarían a las horas enteras, dando información de la hora, y a su vez marcando el recorrido de las sombras durante los días de cambio de zodíaco.


El Ayuntamiento de Zaragoza tiene el síndrome de Burguillos –un pueblo sevillano conocido por la cantidad de proyectos y grandes obras sin realizar-. Cuando hubo dinero para hacer cosas, estas no se hicieron. Ahora con la crisis, menos todavía”, apunta Lafuente.


Una opinión compartida por algunos vecinos del barrio, quienes aseguran “ya no confiar” en ver el proyecto acabado. “Mucho ruido y pocas nueces. Eso es lo que hicieron con el tema del reloj solar. Adecuaron las riberas, sí, y lo cierto es que las dejaron muy bien. Pero de lo demás ya ni se acuerdan”, comenta Aurelio Gracia, que vive en la calle de Balbino Orensanz.


“De este lugar solo se acuerdan para celebrar la Cincomarzada y este año ya ni eso. Está totalmente abandonado”, comenta David García, también vecino del barrio. “No sé si harán lo que tenían previsto, pero al menos podían acondicionarlo de alguna otra manera. Esto está que da pena. No hay sombras para estar un rato en verano al aire libre y cuando llueve se llena de charcos. Con lo bonito que dejaron el paseo junto al río y este parque, que está al lado, es como si no existiera”, opina Agustín Jiménez, mientras pasea por la zona.


Una situación que no es más que el reflejo de que “el Ayuntamiento de Zaragoza ya no muestra interés por el entorno. Hemos intentado saber cuál va a ser el futuro del proyecto original, pero siempre nos han dado la callada por respuesta”, concluye Adrián Lafuente, presidente del colectivo vecinal.


Una situación también preguntada por Heraldo.es al Ayuntamiento de Zaragoza y de la tampoco ha obtenido respuesta.