PRUEBAS DEL TRANVÍA

Próxima estación... Gran Vía

El tranvía abandonó ayer por primera vez Valdespartera y comenzó las pruebas por Vía Ibérica con la vista puesta en su estreno en abril. Sus primeros metros generaron gran expectación entre los vecinos de Casablanca.

El recorrido comenzó en las cocheras de Valdespartera y llegó hasta la rotonda de Toulouse.
Próxima estación... Gran Vía
ÓLIVER DUCH

"Mire tranvía". Con estas dos palabras y unas flechas a ambos lados se avisa al peatón que se dispone a cruzar Vía Ibérica de que debe tener cuidado con el nuevo medio de transporte. Una señal que ayer por primera adquirió sentido real. El tranvía dejó la zona de cocheras, en Valdespartera, y comenzó a rodar por este primer tramo del recorrido. Unas pruebas que crearon gran expectación en el barrio de Casablanca. Las miradas de los viandantes se centraban en los convoyes, que estaban llenos de gente, y los conductores recibían información por la ventanilla acerca de cómo convivir con el tranvía.


"Es una pasada. Me hace mucha ilusión que ya empiece a pasar. Ahora solo hay que desear que funcione y vaya todo muy bien", comentaba Joaquín Lou, del bar Marrakech, en la esquina de Vía Ibérica con la calle de Embarcadero. "Tanto a los clientes como a mí nos ha llamado la atención que iba lleno de gente, todos con chalecos reflectantes -añadía-. Yo solo espero que sigamos teniendo el mismo buen servicio que teníamos hasta ahora con los autobuses".


"He venido a pasear por esta zona para ver si puedo ver el tranvía", comentaba Francisco Peña, vecino de las Delicias de 81 años, que asegura que se conoce al dedillo todo el recorrido del tranvía. "Me gusta mucho el proyecto y espero con ganas poder probarlo para abril", añadía.


Otro jubilado que paseaba por la zona, Abelino Frías, aseguraba que le gusta la idea de cualquier medio de transporte "que no eche humo". "La verdad es que ya tengo ganas de usarlo", añadía.


Los semáforos del tranvía también funcionaban ya ayer, y el resto de vehículos se intentaban hacer a la idea de los cambios que supondrá en la circulación. De hecho, en los cruces con las calles Embarcadero y General Capaz se repartían folletos informativos en los que se recordaban las claves para convivir con el tranvía, como la prohibición de circular por la plataforma del tranvía o estacionar en ella.


Algunos de los conductores, molestos por los pequeños atascos que se formaron en horas punta, ni siquiera bajaron la ventanilla a los informadores. "No quiero ni oir hablar del tranvía", gritaba un conductor desde el interior de su vehículo.


En la calle, Juan José, otro viandante, se sumaba a las críticas: "Esta no es una obra necesaria. Nos va a empeñar a todos y colapsará todo el tráfico. En zonas abiertas como Valdespartera está bien, pero no en el centro de la ciudad".