TRIBUNALES

Un traficante del que sospecharon porque no dejaba de tocarse los genitales, a juicio

El detenido llevaba 254 gramos de anfetamina repartida entre los calzoncillos y una muñequera.

La Audiencia juzgará el próximo mes por tráfico de drogas a dos hombres que levantaron la sospecha de la Policía porque intentaron esquivar un control y porque, al ser interceptados, uno de ellos no dejaba de tocarse los genitales, en medio de evidentes muestras de nerviosismo.

Esto animó a los agentes a hacerle bajar del vehículo en el que viajaban y cachearle. En el registro, los funcionarios encontraron un paquete con 254 gramos de anfetamina, sustancia que llevaba oculta en los calzoncillos y, otra parte, en una muñequera.

Según el relato de hechos que hace el fiscal, el 16 de julio de 2007, todo se desencadenó cuando una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se encontraba haciendo un control estático en las inmediaciones del recinto de la Expo 2008, concretamente en la avenida de Ranillas. Los agentes observaron un Ford Mondeo que, al llegar a la altura de los agentes, efectuó una serie de maniobras disuasorias para evitar ser parado. No obstante, un funcionario se interpuso en la trayectoria del turismo y le dio el alto.

Casi 800 euros en metálico

El vehículo era conducido por Álvaro L. M., de 37 años, y viajaba como copiloto Rubén M. C., de 25, quien, "ante la actitud de nerviosismo que presentaba y dado que no cesaba de tocarse los genitales, fue requerido por los agentes para que saliera del coche y proceder a su identificación y cacheo", explica el fiscal.

En el registro, además de la droga mencionada, encontraron 300 euros en una riñonera. Además, al acusado Álvaro L. M. le intervinieron otros 455 euros en efectivo y, dentro del Ford Mondeo, un paquete con 61 gramos de anfetamina, cinco de cocaína. En el maletero llevaban cinco teléfonos móviles. La sustancia que llevaban entre ambos tiene un valor de 8.596 euros.

Por estos hechos, el fiscal les acusa de un delito contra la salud pública y pide 5 años de prisión para Rubén M. C. y 7 para Álvaro L. M., ya que este es reincidente y cuando fue arrestado estaba en tercer grado penitenciario cumpliendo condena por otro delito de tráfico de drogas. Al primero le impone una multa de 10.000 euros y al segundo, de 20.000.