Los perros grandes seguirán sin poder subir a los autobuses

ZEC reúne este viernes a los grupos para buscar un acuerdo unánime con los cambios de la ordenanza animal.

Los perros pueden subir al tranvía, siempre que lo hagan con bozal y solo uno por Urbos 3.
Los perros pueden subir al tranvía, siempre que lo hagan con bozal y solo uno por Urbos 3.
Guillermo Mestre

Los propietarios de perros de más de diez kilos no podrán subir a los autobuses urbanos con sus animales. A pesar de que esta era una de las modificaciones previstas de la ordenanza de protección animal, finalmente no se incluirá en los cambios que se aprobarán el lunes en la comisión de Servicios Públicos. Ciudadanos, que lo había planteado, propondrá su retirada, tras los informes municipales que desaconsejaban su aplicación por los problemas que podría generar el hecho de meter los animales en un espacio tan pequeño y, a la vez, concurrido.

La idea era extender a los autobuses la normativa con respecto a los animales que actualmente tiene el tranvía. En los convoyes se pueden meter perros de menos de diez kilos de peso si se llevan en brazos y con bozal; y de más de diez kilos siempre que suba uno solo por cada unidad tranviaria. Sin embargo, el reducido espacio que queda en los autobuses ha desaconsejado la aplicación de la medida. Sí se mantendrá el permiso para que los dueños que lo deseen entren con sus mascotas si van metidas en transportines.

El de los animales en el transporte público es uno de los debates que ha surgido en la elaboración de la nueva ordenanza de protección animal. En realidad, lo que prepara el Ayuntamiento es una modificación de la normativa existente. Una de las principales novedades es que los dueños de los perros tendrán que registrar el ADN de sus animales. Tendrán un año para hacerlo desde la entrada en vigor de la ordenanza, que se prevé para febrero. Podrán registrar el código genético de sus animales en su veterinario, y deberán asumir el coste, que será de entre 10 y 15 euros.

El ADN de los animales quedará guardado en el Riaca (Registro de Animales de Compañía de Aragón). Con la medida, se pretende tener un mayor control de la población canina y, sobre todo, poder perseguir a los responsables del abandono o maltrato de animales. Lo que de momento se ha aparcado es otra de las posibles aplicaciones de la medida: la de que la Policía Local recoja los excrementos caninos para analizarlos y ver qué propietario no los ha recogido. Para evitar polémicas, el gobierno no decidirá si la aplica hasta que el ADN de los perros esté registrado.

Un trabajo "digno"

Ayer, la concejala delegada de Policía Local, Elena Giner, dijo en comisión a pregunta del PSOE que "el servicio de limpieza estudiará en su momento si se hace y cómo se hace". Afirmó que aún no se ha decidido si la recogida la hará la Policía Local y, en cualquier caso, afirmó que sería un trabajo "digno" e "importante" porque "ayudaría a paliar un tema que importa, como es el tema de las cacas de los perros, que afean la ciudad y son un problema de higiene".

El otro asunto que ha generado ciertas diferencias entre los grupos es el de la prohibición de los circos con animales. El gobierno quiere prohibirlos por completo, pero el PP no admite esta medida, al menos en todos los casos. Finalmente, podría cerrarse un acuerdo para que no puedan actuar circos con animales salvajes, es decir, que sí se admitan números con perros, gatos, caballos u otro tipo de animales

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